El Rápido de Bouzas dio ayer un gran paso para meterse en la final de la fase de ascenso a Segunda División B, tras ganar en la cancha del Santa Brígida, con un gol de Pablo Carnero a la media hora de juego. Un paso más cerca. El próximo fin de semana los de Patxi Salinas defenderán ese magnífico resultado para meterse en la eliminatoria definitiva por el ascenso.

El Santa Brígida, aliado con un terreno de juego infame, no encontró la forma de desentrañar la ecuación táctica planteada por los vigueses que incluso pudieron llevarse un resultado mucho mejor si hubiesen aprovechado alguna de la media docena de ocasiones de las que dispusieron durante el encuentro.

Los de Salinas, en un campo donde resultaba imposible jugar con un mínimo de coherencia, tiraron de su versión más pragmática, recurriendo en muchos momentos a un juego más directo.

Y para muestra el gol con el que los de Bouzas vieron el cielo abiertos. En el minuto 27, el saque de puerta largo del meta Diego encontraba la cabeza de Tomás para prolongar el servicio hacia Carnero, que se adelantaba a la salida de Fermín para establecer el 0-1 que a la postre sería definitivo.

El gol ya había llegado después de un serio aviso del conjunto vigués que en una de sus primeras llegadas al área remató en una misa jugada dos veces seguidas a la crucera de la portería defendida por Fermín. En la siguiente acción de peligro del choque llegaba el mazazo para los locales, el ya comentado tanto de Carnero. Esa jugada dejaba tocado a los verdiblancos, que no conseguían acercarse más a las inmediaciones de la meta del Rápido de Bouzas hasta el descanso.

En la reanudación, salía enchufado el Villa Santa Brígida y el Rápido se enrocaba otro poco más. Más músculo para intentar detener las acometidas de los locales, que por fin encontraban la superioridad por bandas con sus dos carrileros, Ángelo y Adrián, más cerca de ser extremos.

Ambos protagonizaron una meritoria acción en el minuto 53. Un centro del segundo casi lo remata con tino el primero entrando al palo corto. Diez minutos más tarde la tuvo el lanzaroteño Rosmen, pero el cabezazo cruzado del espigado delantero salía muy cerca del poste.

En esas oleadas del Villa Santa Brígida, otro centro desde la banda izquierda de Adrián se paseaba por el área del Rápido de Bouzas. Luego, el ariete del cuadro local remataba flojo y con poca intención en una situación franca.

El Rápido de Bouzas supo resistir en esos minutos en los que se vio acosado por el conjunto canario. Salinas movió con coherencia en el banquillo y permitió a su equipo llegar a los minutos decisivos con un punto superior de frescura. Y en los últimos veinte minutos el partido pasó a jugarse en el área del Santa Brígida que en esos últimos instantes se libró de un gol que podía haber sido definitivo para el destino de la eliminatoria. Tras oportunidades claras tuvieron los aurinegros para resolver la eliminatoria.

Pero escapó vivo el conjunto grancanario, que tendrá que visitar Bouzas con la obligación de ganar. El Rápido vive su tercer partido de play-off de ascenso sin recibir un gol. Cada día se lo creen más. El sueño está otro paso más cerca.