El Real Madrid se convirtió ayer en el primer finalista de la Liga Endesa al ganar 73-76 a un combativo Unicaja y garantizarse así su sexta presencia consecutiva en la final de una competición de la que es el vigente campeón, tras sentenciar con un contundente 3-0 su eliminatoria de semifinales.

Este tercer choque se resolvió en el tramo final, en el que los madridistas, que se medirán en la final al ganador de la eliminatoria Baskonia-Valencia, hicieron valer su mayor serenidad y su superior físico ante un equipo malagueño que había ido casi todo el encuentro por delante, pero al que le fallaron las fuerzas en el momento decisivo.

El conjunto entrenado por Joan Plaza salió muy concentrado, con una excelente defensa, y dejó tres minutos sin anotar al equipo dirigido por Pablo Laso (6-0) al verse ahogado ofensivamente.

Poco a poco, el equipo merengue se fue recuperando, aunque el Unicaja mantuvo la diferencia en el primer cuarto (14-11, m.10).

El Real Madrid quería entonarse y lo intentó con diversas rotaciones realizadas por Pablo Laso, pero no llegó a ponerse por delante ante un cuadro andaluz serio, fuerte atrás y con efectividad atacante, como demostraron con dos triples consecutivos el escolta estadounidense Kyle Fogg y el ala-pívot Carlos Suárez (22-15, m.14).

En el último parcial, el encuentro cambió por completo, con un Real Madrid algo más seguro, duro atrás y que se puso por primera vez por delante con dos puntos de Felipe Reyes (56-58, m.33).

El Unicaja acusaba fatiga, pero el alero congoleño Christian Eyenga, con 12 puntos, dio emoción al encuentro, que entró en un intercambio de canastas, con errores en ambos equipos y un tramo final con dos triples del serbio Nemanja Nedovic.

Este acierto de Nedovic mantuvo la incertidumbre en el marcador (73-74) hasta los instantes finales, pero el base Sergio Llull anotó dos tiros libres y el Real Madrid logró un trabajado triunfo por 73-76.