La hispano-venezolana Garbiñe Muguruza, quinta clasificada en el ranking de la WTA y vigente campeona de Roland Garros tras proclamarse vencedora en 2016, ha vencido a la estonia Anett Kontaveit tras imponerse por 6-7, 6-4 y 6-2.

Muguruza cedió el primer set en esta segunda ronda del torneo parisino, pero supo rehacerse y se tornó insondable para la joven tenista estonia, de 21 años y 52 del mundo. La española obtiene así su revancha, ya que Kontaveit la había derrotado hace unas semanas en el torneo de Stuttgart, también sobre tierra batida.

La joven Kontaveit, de 21 años y por primera vez en la segunda ronda de Roland Garros, estuvo cerca de repetir la sorpresa, más dolorosa por el escenario. Pero Muguruza supo aferrarse a la tierra de la Philippe-Chatrier y mantener la calma para superar un duro encuentro y sacar el billete a una tercera ronda donde le espera la kazaja Yulia Putintseva.

Kontaveit comenzó muy fuerte y conectando 'winner' tras 'winner' con el 'drive' se puso 4-1 arriba. A partir de ahí, Muguruza logró empezar a equilibrar el choque forzando más errores de su oponente hasta recuperar la rotura cuando esta sacaba para cerrar el parcial. La igualdad se mantuvo hasta la llegada de 'tie-break' donde la de Tallin volvió a mostrar su poderío.

La cuarta cabeza de serie seguía sin encontrar su mejor tenis y el partido se le puso cuesta arriba con un 'break' en contra. Muguruza, con problemas para imponer su saque, una de sus fortalezas, supo entonces aguantar con calma esperando su oportunidad. Esta llegó en el sexto juego, cuando logró el ansiado 'break' antes de que comenzasen las urgencias.

Kontaveit aún gozó de dos bolas de rotura en el siguiente juego para recuperar la delantera en el marcador, pero la de Caracas las salvó con calidad y aguante, y posteriormente volvió a encontrar los nervios de su rival para llevarse el set al resto.

Muguruza había conseguido rebajar sus errores no forzados y en el tercer y definitivo parcial volvió a encontrar los golpes ganadores, principalmente gracias a su revés a dos manos, con el que fue minando la moral de una Kontaveit que ya no pudo mantener el nivel y cedió los últimos cuatro juegos para dejar vía libre a la actual campeona.