Estela Doiro es la jugadora icónica de este Mecalia Guardés que se proclama campeón de la División de Honor Femenina coincidiendo con el quicuagésimo aniversario de su fundación. Doiro es guardesa, canterana y capitana. Formaba parte del equipo que logró el ascenso a la categoría nacional y regresó a su club natal, tras una experiencia en el Porriño, para llevarlo hasta la cima. Y manteniendo además un total protagonismo en el juego pese a la llegada de jugadoras tanto nacionales como extranjeras de gran calidad. Y todo esto lo logra con mucho recorrido por delante, a sus 26 años. Doiro afrontó un momento delicado en su carrera en verano de 2015, cuando tuvo que ser intervenida de un hombro. Pero se ha recuperado totalmente y en el actual ejercicio ha sido una pieza básica en los esquemas de Juan Ignacio Prades.

"En las nubes", dice sobre su estado de ánimo poco después del final del encuentro, cuando compañeras y aficionados le dejan un respiro para atender a los medios de comunicación. "He subido al cielo y aún no he bajado. Estoy muy contenta de haber ganado este partido y en casa, ante una afición para la que no tengo calificativos".

La capitana reconoce que el inicio no sólo respondió al carácter competitivo del Granollers, sino también a la dificultad de las locales para gestionar las intensas emociones acumuladas durante los últimos días. Pero sostiene que jamás cuestionaron que lograrían la victoria. "Había inquietud más que dudas, inquietud de que los nervios pudiesen con nosotras. Hemos empezado un poco titubeantes. Pero en la segunda parte hemos estado mucho mejor y demostramos que este título se tenía que quedar en casa", comenta.

Y sigue flotando en esa nube que convierte lo conseguido en algo irreal. "Igual mañana, cuando descanse un poco y me meta en cama, volverá a la realidad. Estoy feliz de llevar al Guardés a lo máximo de la liga española", comenta Estela Doiro, que tiene clara la dedicatoria del título: "A mi familia, que nunca ha dejado de apoyarme, y a un amigo mío, que falleció justo hace seis años".

Doiro aplaza cualquier reflexión sobre las consecuencias y necesidades que el campeonato genera de cara al futuro más inmediato: "Ahora a celebrar esto. La temporada que viene empezaremos de cero otra vez y a trabajar mucho".