Aunque el nivel de exigencia ha dificultado la presencia de gallegas en la plantilla, el Mecalia no descuida a los mayores talentos de la Comunidad. Entre ellos, Anthía Espiñeira, la primera línea viguesa, que ayer se manejó como una veterana. "No me lo creo aún, no soy consciente de lo que hemos logrado, es muy fuerte, es muy grande esto", exclama la jovencísima central. "Sabíamos que nos faltaba un punto. Lo hemos conseguido. Somos campeonas. Quién lo iba a decir a principio de temporada".

"Se nota que José nos ha inculcado que cada partido es una final", le elogia a Prades. "Así lo hemos llevado durante toda la temporada. Por eso hemos conseguido esta recompensa".

"Es impresionante lo que este pueblo nos ha demostrado desde el principio de temporada hasta hoy y ojalá que esto sea bueno para el balonmano gallego", desea. Y dice sobre jugar la Champions en Vigo: "Jugarlo en mi casa sería un sueño y poder llegar a lo más alto, aún más. Por mí, encantada".