No hubo milagro y la lógica se impuso en la primera semifinal de la Final Four que se está celebrando en Albacete. El Amfiv lo intentó con todas sus fuerzas a pesar de que a su ya corta plantilla se unió la ausencia de última hora del joven Manu Lorenzo, que no pudo desplazarse con el resto del equipo al tener que acudir en la noche del miércoles a urgencias por una amigdalitis. Con sólo siete jugadores, los vigueses plantaron cara al vigente campeón de Liga, que ya ha revalidado esta campaña su título de Copa del Rey y de Copa de Europa y que busca ahora repetir un histórico triplete. Pero los madrileños empezaron a imponer su envergadura y una plantilla de inigualables recursos en el segundo cuarto y dejaron su pase a la final sellado en el tercer periodo. Sin embargo, los pupilos de César Iglesias, lejos de dejarse llevar y empezar a pensar ya en el encuentro de hoy bado a las 11.00 horas en el que se jugarán la tercera posición ante el Bidaideak Bilbao, demostraron una vez más su casta y orgullo en el último cuarto para caer pero, como siempre, con la cabeza muy alta.

Los pupilos de César Iglesias, aplicados en defensa, aguantaron al Ilunion en el arranque sin estar excesivamente finos en ataque (20-17, min.11; 22-19, min.13). Hasta que una falta técnica señaladaa Agustín Alejos por protestar una posible falta descentró mínimamente a los vigueses. Muy poco. Un suspiro. Ante un equipo del potencial del Ilunion, toda una eternidad. Fueron apenas dos minutos. Sin embargo, el parcial de 12-1 rompió el partido (34-20, min.17).

Tras el descanso el Ilunion regresó con las ideas mucho más claras y con otro parcial de 10-2 dejaba el encuentro visto para sentencia (50-33, min.26). Los madrileños no bajaron el pistón con ninguna de sus rotaciones (76-48, min.36) Fue el momento en el que salió a relucir el orgullo del Amfiv, el amor propio de unos jugadores que están completando una temporada sensacional. Un parcial de 0-13 llevó el marcador a unos dígitos más acordes lo visto sobre la pista (76-61, min.39) y permitió a los vigueses cerrar el partido una honrosa derrota (80-64).