El Mecalia Guardés, en medio de una semana histórica en la vida del club, trata de no dejarse llevar por el torrente de euforia que le rodea ante la posibilidad de proclamarse mañana por primera vez en su historia campeonas de la División de Honor Femenina. José Ignacio Prades trata de amarrarlas a la realidad y de alejar cualquier amenaza de despiste que pueda surgir en el vestuario.

Lo tiene fácil el preparador. Solo tiene que tirar de su precedente más próximo. El Granollers, equipo que visita A Sangriña mañana, estuvo a punto de arruinar a las de Prades la Copa de la Reina disputada hace unas pocas semanas en Porriño. Un aviso de la dificultad que entrañan las catalanas y de los problemas a los que uno se enfrenta cuando tiene que dar el paso definitivo hacia un título.

Aunque en las semifinales el Bera Bera se encargó de arruinar las esperanzas de las guardesas de conquistar en Porriño el primer título de su historia, en los cuartos de final las gallegas rozaron el desastre en un encuentro que se resolvió de un modo dramático. Con el pabellón convertido en una especie de Sangriña (los aficionados de A Guarda se habían desplazado de forma mayoritaria a Porriño) el Mecalia y el Granollers libraron un dueño terrible en el que las catalanas dominaron de forma plácida en el primer tiempo (ventajas que llegaron a ser de seis goles). Solo un cambio radical en la defensa y actitud del equipo en el comienzo del segundo permitió que el choque se igualase con un cuarto de hora por delante. Pero tampoco fue suficiente. El Granollers volvió a estar por delante ante un Mecalia Guardés muy nervioso que encontró la solución cuando el partido estaba condenado a resolverse en la prórroga. Con el reloj a cero se pitó un golpe franco a favor de las guardesas que Haridian Rodríguez convirtió en el 25-24 que clasificaba a las de Prades para las semifinales del torneo. Allí donde se encontrarían al Bera Bera.

El partido dejó muchas enseñanzas y una muy valiosa de cara a la cita de mañana. Ese vídeo vale a estas horas su peso en oro y será una de las herramientas en las que tenga que confiar Prades para meter a sus jugadoras en el partido y tratar de apartarlas de cualquier situación diferente.

El preparador del equipo guardés no lo duda: "Todo el mundo pudo verlo entonces, la enorme dificultad que nos planteó. Es un equipo que siempre nos ha generado problemas cuando nos hemos cruzado y no va a ser distinto ahora. Debemos estar muy concentrados desde el principio".

Las palabras del entrenador del Mecalia Guardés obligan a pensar también en el único partido que han jugado este año en Liga. Un duelo jugado en Cataluña y en el que el Granollers cedió 20-22 después de ejercer una enorme resistencia al equipo gallego que solo en el segundo tiempo pudo escaparse y amarrar una victoria que, como todas las que vendrían a continuación, han ayudado a llevar al equipo a esta situación histórica. Pero todo pasa por tener la cabeza fría y por tener muy presente precedentes como el de Porriño en el que el Granollers obligó al Mecalia Guardés a sacar lo mejor de sí mismas. Mañana la exigencia será la misma.