El estadio de La Rosaleda ejercerá hoy domingo como juez de LaLiga Santander en un duelo que acapara toda la atención y la emoción en la última jornada, en la que el Real Madrid se juega el título liguero, para lo que basta un empate, y el Málaga, la honra de demostrar su profesionalidad.

De Tenerife a Málaga. De lo vivido dos temporadas consecutivas en 1992 y 1993 en el Heliodoro Rodríguez López, con dos Ligas que dejó escapar el Real Madrid y tomaron rumbo a Barcelona, a La Rosaleda con la misma situación de tener en su mano la resolución del pulso por el trono liguero. Dos madridistas en el los banquillos. De Jorge Valdano a José Miguel González 'Míchel'. El morbo está asegurado.

Son dolorosos recuerdos del pasado de los que huye el actual Real Madrid de Zinedine Zidane. Con mentalidad ganadora, sin especular con el resultado. Lanzado en el momento decisivo de la temporada, con récord de partidos consecutivos marcando, su mejor temporada a domicilio y más goles incluso lejos del Santiago Bernabéu (56 tantos por los 48 de local).

El Real Madrid saldrá por el triunfo ignorando la opción de ser campeón con el empate. Zidane apostará por el equipo que ha dado el paso definitivo hacia la conquista del título. Con Isco Alarcón ocupando el hueco de Gareth Bale, cuya baja permitió un cambio de sistema con un cuarto centrocampista que ha sido clave. Tanto como el dulce momento goleador de un Cristiano Ronaldo que admitió las rotaciones y recoge los premios. Trece goles en sus últimos ocho partidos muestran su papel estelar.

El Málaga, que está en su mejor momento de una campaña irregular, quiere asegurarse su undécima plaza actual y, con independencia de las consecuencias que pudiera tener para terceros, ganar el partido y prolongar su racha de una sola derrota en diez partidos, sobre todo para acallar los comentarios y suspicacias que han surgido ante el madridismo de su técnico, José Miguel González 'Míchel'.

El pasado madridista de su entrenador y de varios jugadores como Luis Hernández, Juan Carlos Pérez, Miguel Torres y Diego Llorente ha levantado muchas suspicacias, sobre todo desde Barcelona, al estar implicados los azulgranas en esta dura lucha por el título liguero.

Los antecedentes no son muy halagüeños para el Málaga, pues en sus quince duelos contra el Madrid sólo le ganó una vez como local (3-2) y fue en 2012 con el chileno Manuel Pellegrini en el banquillo, mientras que empató cinco partidos, el más reciente por 1-1 la pasada temporada, y perdió nueve, algunos de ellos por goleada.

Míchel recupera al centrocampista Ignacio Camacho, una vez cumplida su sanción, pero tiene la baja del central Diego Llorente, cedido por el Real Madrid y que por contrato no puede jugar. Se perfila como sustituto el argentino Martín Demichelis, que ha anunciado su retirada después de este choque, o el venezolano Mikel Villanueva, que lleva varias semanas sin jugar.

"No vamos a cambiar nada, la idea es salir a tope, a dar el cien por cien, todo lo que tenemos. Hay que estar concentrados y salir a ganar como siempre porque está en el ADN de este equipo. Luego veremos lo que va a pasar, pero en nuestra cabeza siempre es salir a ganar", aseguró Zidane.

Zidane no habló del papel que tiene Míchel, madridista y actual técnico del Málaga que puede dejar al equipo de su corazón sin Liga. Se centró en su equipo y en lo que deben hacer para ser campeones.

"Miro sólo lo que tenemos que hacer nosotros, siempre ha sido así. Dependemos de nosotros y no miro ni al rival ni a nadie. Vamos a tener un partido difícil contra un equipo que últimamente lo está haciendo fenomenal. Lo sabemos. Todo depende de nuestro partido y me interesa más lo que vamos a hacer nosotros", dijo.