"Estoy contento. El sábado pude hacer una vuelta súper y hoy mi coche ha acabado sin problemas mayores. Así que pasito a pasito", explicó Alonso. No obstante, el asturiano se mostró crítico con las prestaciones del motor: "El punto de inflexión llegará cuando Honda traiga una evolución potente. De chasis no vamos mal para estar en la Q3 de manera normal, pero nos falta ahora potencia y fiabilidad. Ojalá se haya solucionado la fiabilidad viendo que el coche ha acabado perfectamente", resaltó.

Alonso ya piensa en las 500 Millas de Indianápolis, que correrá el 28 de mayo. "Ahora paso la noche en el avión, aterrizo y me subo a otro coche. Tengo una semana de entrenamientos. Llegaremos con las fuerzas justas pero con ganas de pasarlo bien", concluyo.