El español Gorka Izagirre (Movistar) estrenó el casillero español en el Giro del Centenario merced a un ataque final cerca de meta que le permitió alzar los brazos como ganador de la octava etapa, disputada entre Molfetta y Paschici, de 189 kilómetros, en la que el luxemburgués Bob Jungels (Quick Step) mantuvo la maglia rosa de líder.

Izagirre, de 29 años, fue el más fuerte dentro del grupo de cuatro fugados. Lanzó la carta definitiva con un zarpazo a 500 metros de la pancarta, en plena subida, incluida una rampa del 12 por ciento, donde se mostró intratable. Su apuesta le permitió estrenarse en el Giro, como hizo su hermano Jon en 2012.

Nada pudo hacer el italiano Giovanni Visconti (Bahrain), impotente ante la ofensiva del ciclista de Ormaiztegi. El compañero de Nibali llegó a 5 segundos y el español Luis León Sánchez (Astana) a 10.

En la general sin cambios, el luxemburgués Bob Jungels aventaja en 6 segundos al británico Geraint Thomas (Sky) y en 10 a Adam Yates (Orica) y resto de candidatos, todos pendientes del la jornada del domingo en el Blockhaus, donde empieza el Giro de verdad.

En el tramo definitivo se desataron las últimas hostilidades con el pelotón oliendo sangre. Conti se salió en una curva y se dejó sus opciones. Por detrás iba Izagirre, quien dudo unos instantes antes de salir disparado hacia la gloria. El gregario de Quintana impulsó la moral del Movistar ante el gran examen de montaña. Izagirre firmó la victoria española 107 en el Giro, tomando el testigo de la última lograda por su compañero Alejandro Valverde en 2016.

Dentro del grupo de favoritos se movió Mikel Landa a 10 de meta. El alavés probó sensaciones antes del examen de montaña, donde ya los favoritos se medirán para establecer las primeras diferencias significativas.

Este domingo llega la segunda etapa con final en alto, cita importante para la general, recorrido corto de 139 kilómetros entre Montenero di Bisaccia y Blockhaus, un puerto de primera categoría de 13,6 kilómetros al 8,4 por ciento de desnivel medio, sin descanso.