El Chelsea recogió ayer viernes el testigo del Leicester City y, después de imponerse con sufrimiento al West Bromwich Albion en el estadio de The Hawthorns (0-1), se coronó como el nuevo campeón de la Premier League. El delantero belga Michy Batshuayi, llegado el pasado verano procedente del Olyimpique de Marsella y sin oportunidades durante la campaña -0 partidos como titular y 109 minutos jugados- se erigió como el héroe de los suyos al anotar, a falta de ocho minutos para el final, el tanto que dio a los 'Blues' el título.

El conjunto londinense, que celebra su sexto título liguero y quinto bajo el formato de Premier League, se rehace así de la mejor manera posible de la decepción de la pasada temporada y recupera el trono del fútbol inglés que perdió el último curso a manos del Leicester.

Antonio Conte, que llegó al conjunto londinense el pasado verano procedente del banquillo de la selección de Italia, ha guiado a los 'Blues' con mano firme durante toda la temporada. Conte se ha convertido en el cuarto entrenador en levantar la Premier League en su primer curso en Inglaterra, después de que ya lo hicieran José Mourinho (2004/2015) y Carlo Ancelotti (2009/2010) con el Chelsea y Manuel Pellegrini (2013/2014) con el Manchester City.

El italiano ha tenido la ventaja de poder centrar sus energías en el torneo doméstico al haber quedado el Chelsea fuera de toda competición continental la pasada campaña. Pese a todo, ha tenido que superar retos importantes.

Han sido sobre todo cuatro los partidos que han definido el camino triunfal del Chelsea. Después de varios tropiezos inesperados -empate 2-2 con el Swansea en el Liberty Stadium, derrota 1-2 a manos del Liverpool en casa-, la goleada sufrida ante el Arsenal (3-0) el 24 de septiembre forzó a Conte a cambiar el esquema. El preparador transalpino abandonó el 4-1-4-1 con el que había jugado los últimos dos meses y regresó a su característico 3-4-3, con el que ya había brillado en el Juventus y en la selección italiana. Con el cambio de esquema, los 'Blues' enlazaron una racha de seis partidos sin recibir un gol y sumaron 13 triunfos consecutivos.

El encuentro que encumbró definitivamente a Conte fue el 4-0 al Manchester United el 23 de octubre. Los 'Blues' recibían en Stamford Bridge a Mourinho, el entrenador más exitoso en la historia del equipo londinense. Sin embargo, el partido fue la consagración del técnico italiano. Con el cuarto gol de los de casa, Mourinho recriminó a Conte su actitud, después de que éste festejara efusivamente el tanto junto a los aficionados locales.

El 3 de diciembre se produjo una victoria de prestigio en el Etihad Stadium sobre el Manchester City (1-3).El duelo acabó en trifulca, con dos jugadores del City expulsados -Fernandinho y Sergio Agüero-, pero los 'Blues' mantuvieron la calma y dejaron 'tocado' a Pep Guardiola.

Las derrotas ante Crystal Palace (1-2) y Manchester United (2-0) habían abierto la pelea por el título de liga, y el encuentro en Goodison Park el 30 de abril ante el Everton era visto como el duelo más complicado de los que le quedaban en la temporada a los 'Blues'. El 0-3 advirtió a todos que el Chelsea no iba a fallar.

El gran protagonista de fiesta fue John Terry. El capitán del Chelsea, formado en las categorías inferiores del club y en el primer equipo desde 1998 -salvo una breve cesión al Notthingham Forest en 2000- abandona el equipo a sus 36 años habiendo ganado cinco títulos de la Premier, cinco copas, la Champions de 2012 y la Europa League de 2013, entre otros torneos menores.