El Valencia, uno de los clubes supuestamente interesados en Berizzo, se ha decantado por otro técnico. Marcelino García Toral incorporará al banquillo de Mestalla la experiencia acumulada en los últimos años y el rigor y la exigencia que le han caracterizado, tras haber sido contratado para al menos las dos próximas temporadas.

Precisamente son dos años los que lleva el nuevo equipo de Marcelino sin encontrar su norte, pues la pasada temporada y la actual han sido decepcionantes, con un total de cinco técnicos.

Marcelino acumula dos décadas como entrenador y ha dirigido al Sporting de Gijón de su ciudad natal, además de al Recreativo de Huelva, Racing de Santander y Zaragoza, antes de completar en el Sevilla y el Villarreal sus etapas más recientes, especialmente la de tres años y medio entre 2013 y 2016 en el club castellonense.

El nuevo técnico del Valencia, club al que a punto estuvo de llegar hace ya una década, es conocido por la entidad y por su afición como consecuencia, sobre todo, de su paso por el rival regional Villarreal. Llegó al club de La Plana a mitad de la temporada que el Villarreal jugó en Segunda División (campaña 2012-2013) en un momento en el que el equipo atravesaba un periodo de dudas que hacían peligrar la posibilidad de regresar a Primera por la vía rápida. Marcelino enderezó el rumbo y, tras ascender al equipo, lo consolidó en la zona noble del fútbol español con tres clasificaciones consecutivas para competiciones europeas, dos para la Liga Europa y la última para la Liga de Campeones.

Como técnico, siempre ha estado muy pendiente del control del vestuario y aunque su trayectoria en el Villarreal estuvo acompañada de todo tipo de éxitos, con el paso del tiempo la relación con la plantilla y el consejo de administración se deterioró y hace menos de un año se produjo su destitución. El momento en el que se produjo la convirtió en peculiar. Fue en agosto del año pasado, tras haber completado la pretemporada con la mente puesta en la eliminatoria previa de la Liga de Campeones ante el Mónaco.

Su destitución en ese momento le impidió entrenar durante la temporada que ha concluido por cuestiones administrativas, pero a partir de ahora esta en disposición de volver a trabajar.

Durante sus etapas profesionales anteriores, Marcelino se ha caracterizado por ser ambicioso y meticuloso y por querer que sus jugadores estén siempre en perfectas condiciones a nivel de peso y estado físico, además de exigirles profesionalidad dentro y fuera de los terrenos de juego. Futbolísticamente, su trabajo táctico se centra en el rendimiento defensivo, las transiciones rápidas y la capacidad para crear peligro, más que juego, a base de intensidad e implicación.

Como técnico estricto que es, en algunos casos ha mantenido situaciones de tensión con algunos de sus futbolistas, sobre todo en el primer año que pasó en el Villarreal con hombres como Fernando Cavenaghi, Walter Pandiani, Rubén Gracia "Cani" o Gio dos Santos.