El Celta Zorka continúa perfilando la que será su plantilla para la próxima temporada liguera 2017/18, y un mes después de finalizar la fase regular en la Liga Femenina 2, el equipo comienza a perfilar sus cimientos, con la cuarta renovación.

Primero fue la entrenadora, Cristina Cantero, y las tres siguientes de jugadoras que esta temporada han cuajado una buena actuación. Dos de estas renovaciones tienen un aspecto diferente al de campañas pasadas, y es que se ha decicido renovales el contrato por dos temporadas, un hecho poco habitual en el baloncesto femenino nacional.

Anne Senosiain y Raquel Carrera son la apuesta de futuro del equipo vigués, un equipo que sigue apostando por jugar la fase de ascenso y pelear por lograr el ascenso a la máxima categoría nacional.

Ayer el club anunciaba la renovación de una tercera jugadora, Laura Alonso. A pesar de su juventud, 24 años, Laura Alonso es la jugadora más veterana de la plantilla. Es la capitana, la que impone sosiego en una plantilla muy joven con sus defectos y sus virtudes. Para Laura Alonso será su sexta temporada en el equipo vigués, después de que en la temporada 2011/2012 llegara procedente del Codigalco Carmelitas de Ourense. La temporada pasada solamente se perdió un partido de Liga, con un promedio de 17 minutos por partido. Sus 7.2 puntos, 2,2 rebotes y una asistencia por partido fueron importantes en muchos partidos.

La intención del cuerpo técnico del equipo vigués es mantener un bloque importante de jugadoras de la temporada pasada. En el club son conscientes de que tener a muchas jugadoras nuevas implica mantener un proceso de adaptación que hace que el equipo tarde mucho tiempo en entrar en la competición, tal y como ha sucedido en los últimos años, en los que el club comenzaba a crecer a partir del mes de enero, cuando las jugadoras llevaban varias semanas trabajando juntas.

Otro aspecto será el de las jugadoras extranjeras. Después de la mala experiencia con las jugadoras americanas, algo que suele pasar casi todas las temporadas por su falta de implicación y su único interés por sus estadísticas individuales, puede llevar a la dirección deportiva a poner su punto de mira en el este de Europa, en donde se percibe el baloncesto de una forma diferente. En este punto podría entrar la serbia Kristina Arsenic, operada de su rodilla hace pocas semanas y que podría recuperar la actividad hacia finales de año.