El Racing puso punto y final en A Malata a una temporada para olvidar y de la peor manera posible, cayendo ante el Boiro en un choque sin tensión. Los visitantes ganaron con la ley del mínimo esfuerzo y el tanto de Rubén, en el 46, puede valer una salvación. El Racing domino gran parte del camino y tuvo las mejores ocasiones, pero la victoria se la llevó el equipo que apenas tiró entre los tres palos. El Racing, que se jugaba plaza en la Copa del Rey, le puede salir caro el no ganar al Boiro.

El choque fue soso en todos los aspectos. Falto de tensión en ambos equipos, y falta de profundidad en el juego. Apenas hubo ocasiones de gol. La primera llego en el 20, con un disparo lejano de Armental que se fue fuera por poco. Y poco más. El esférico iba de un lado a otro sin control, y parecía que ambos se conformaban con el empate sin goles. El Boiro no tiro a portería en la primera media hora de juego, y eso que le iba la vida en el envite.

En el minuto 37 Joselu envió a las nubes un balón cuando dentro del área estaba totalmente solo para el remate. La pitada de A Malata al delantero racinguista fue importante.

El Boiro tiro por primera vez a portería en el minuto 42. Fue un disparo desde fuera del área de Rubén que se fue fuera por poco. Un par de minutos después fue Pablo Rey el que probo fortuna desde fuera del área y que también se fue fuera.

En el minuto 45, el Boiro tuvo la mejor ocasión del partido. Fue por medio de un lanzamiento de falta directa del ex racinguista Juampa que se estrello en el palo.

Cano tuvo la sentencia en el 77, pero su disparo lo envió a córner Mackay. En el 84, Dani Benítez lo volvió a intentar, pero se encontró con la fenomenal respuesta de Pato. Estaba claro que la puntería no estaba afinada en los ferrolanos.