El Coruxo echó a perder el partido, en una pésima primera parte en la que el Burgos fue nétamente superior a los visitantes. Sin embargo en la segunda mitad el partido fue bien distinto, y los gallegos dominaron claramente, aunque la remontada se quedó a medias.

El Burgos, consciente de lo mucho que se jugaba en este partido, salió muy motivado y alentado por casi 8.0000 espectadores que animaron a su equipo desde el pitido inicial. Los locales comenzaron presionando muy fuerte en el centro del campo, robando la iniciativa al conjunto gallego, y a los siete minutos Adrián ya avisaba con un buen remate de cabeza que se marchó fuera por muy poco. Cuatro minutos más tarde llegó el primer tanto de los blanquinegros, en una jugada personal de Fito Miranda, ayudado por un par de rechaces de los centrales visitantes, para quedarse solo ante Alberto y batirle con solvencia por bajo.

Tras el gol el Coruxo parecía que quería recuperar el terreno perdido, y fue entonces cuando llegó la única jugada reseñable de los vigueses en la primera parte, y que acabó con un remate a puerta de Toni. Fue un centro desde el costado izquierdo y Rubén, que se había sumado al ataque, remató de cabeza a las manos del portero local.

Pero esa jugada fue un espejismo, un hecho aislado porque nuevamente el Burgos se hizo dueño del balón y del ritmo. Así, no tardaron en volver a verse más ocasiones locales. Al filo de la media hora, un centro del lateral Andrés fue rematado por Chevi en el área pequeña, pero la pelota se marchó alta. Al poco, Armiche puso a prueba nuevamente a Alberto con un fuerte disparo. El Coruxo estaba totalmente encerrado, e incluso le costaba salir de su parcela de campo con la pelota controlada. En el treinta y siete llegaba el segundo local, con una buena jugada de Chevi por la banda derecha cuyo pase fue rematado por Prosi batiendo a Alberto.

El Burgos, en la tarde de ayer, parecía otro equipo bien distinto al que se ha visto durante toda la temporada, y su eficacia ante el marco gallego resultó casi total.

Sin dejar recuperar al rival, dos minutos más tarde, prácticamente sentenciaba el resultado con un remate de Chevo en el treinta y nueve desde fuera del área, que colocó el balón en la escuadra izquierda de la portería de Alberto.

Esa fase y, hasta el descanso, fueron los peores momentos de los gallegos, que buscaron los vestuarios con visible ansiedad para reponer fuerzas y aclarar ideas ante la excelente primera parte del equipo burgalés y la más que pobre de los de Pontevedra.

En la reanudación del juego el Coruxo sufrió una transformación total y pasó de ser un equipo sometido en el primer periodo a un claro dominador del choque. Poco a poco fueron metiendo al Burgos en su terreno de juego, y no mucho más tarde dominaban a placer en el centro del campo, mientras que los burgaleses estaban muy replegados atrás queriendo simplemente hacer buenos los tres goles conseguidos en el primer periodo. Pero jugaron con fuego los locales, porque los gallegos no cedieron hasta el último instante. En el minuto veinte de esta segunda parte llegó el tanto del Coruxo, en un pase interior para el recién incorporado Camochu que ante la media salida de Toni le picó muy bien el balón por encima para reducir distancias en el marcador.

Quedaba tiempo suficiente hasta acabar el encuentro, y los locales seguían sin reaccionar ante el dominio territorial que seguían manteniendo los de Rafa Sáez.

Sin embargo ese dominio tampoco lo transformaban en claras ocasiones de gol, porque lo más que conseguían era algún saque de esquina o alguna falta al bordel área, pero sin crear ocasiones verdaderamente peligrosas.

En el tramo final del encuentro los locales se encomendaron a Montero buscando algún contragolpe, mientras el Coruxo intentaba marcar el segundo y meterse en la pelea por el resultado, pero ese segundo gol nunca llegó y los 8.000 espectadores presentes en las gradas de El Plantío hicieron el resto para que los tres puntos se quedaran en casa y el Burgos se acercara a la salvación. El Coruxo vuelve el domingo al campo de O Vao buscando una victoria que le permita acabar entre los diez primeros.