El Mecalia Guardés se acostó como primero en la clasificación y metió presión al Bera Bera que hoy por la mañana se enfrentan al Porriño. Todo gracias a su victoria en Valladolid, sufrida y trabajada, casi angustiosa, en la que las de Prades levantaron en los últimos diez minutos una situación peligrosa que les podía descartar por el título. Pero una reacción de orgullo de las guardesas les permitió lograr un triunfo básico para seguir la carrera con las vascas. Hoy le toca mover ficha al Bera Bera.

No jugó su mejor partido ayer el Mecalia Guardés a pesar de conseguir la victoria. Jugaba en un pista muy complicada donde ya había perdido el Super Amara Bera Bera y el cansancio de la Copa de S.M. La Reina pesó en las piernas de las jugadoras.

Con dos goles del máxima goleadora de la categoría Silvia Arderius el Aula Valladolid se colocaba por delante en el marcador a los cinco minutos de partido. Durante veinticinco minutos el intercambio de goles dejaba siempre al mando del marcador al conjunto del Aula Valladolid. A falta de cuatro minutos con un gol de Anthía Espiñeira por primera vez el Mecalia Guardés se colocaba por delante en el marcador y con un parcial de 2-5 en los último minutos se fueron al vestuario con una renta de cuatro goles (10-14). La situación parecía controlada de alguna manera.

En la reanudación del partido el Aula Valladolid tras cinco minutos magistrales empataba el partido y obligaba a Jose Ignacio Prades a solicitar un tiempo muerto para frenar a su rival. En los siguientes veinte minutos el Mecalia Guardés lo intentó pero siempre fue a remolque de las pucelanas, más ligeras que las gallegas. La diferencia se movió siempre en torno a los dos goles y así se entró en los últimos diez minutos. Una situación límite pra el Guardés. Pero en ese momento salió su orgullo a relucir. Apretaron en defensa, se soltaron en ataque. A falta de cinco minutos un gol de Rosario Urban colocaba a las del Baixo Miño por delante en el marcador (25-26). En los siguientes ataques el Aula Valladolid no encontró portería y Haridian ajustició a las vallisoletanas con tres goles casi consecutivos. Las de Prades habían salvado una bola de partido y se fueron a la cama como líderes.