El alemán André Greipel (Lotto Soudal), "El Gorila de Rostock", se mostró poderoso al esprint para adjudicarse la segunda etapa del Giro de Italia en Cerdeña, entre Olbia y Tortolí, de 221 kilómetros, una séptima victoria para su palmarés que le sirvió para vestirse con la 'maglia' rosa de líder.

Aparecieron los esprinters en la recta de Tortolí tras un descenso prolongado, y entre ellos ganó la partida Greipel, con el orgullo picado al no poder estrenar el rosa en la primera jornada. Esta vez la mejor versión del alemán le permitió imponerse con autoridad al italiano Roberto Ferrari (EAU) y al belga Jasper Stuyvens.

Otro éxito para "Popeye", fuerza y veteranía de 34 años, más hábil que nadie en la recta de 1.800 metros que conducía a meta. Su equipo le llevó hasta el momento de la explosión, donde respondió al ataque del Orica, que no tuvo suerte con el australiano Caleb Ewan, a quien se le salió el pie del pedal en el momento más inoportuno.