El austríaco Lukas Postlberger (Bora), debutante en el Giro y en una prueba de tres semanas, se coló en la fiesta de los favoritos del esprint y dio la sorpresa al estrenar la maglia rosa de la edición del Centenario, aprovechando un final caótico con caída de donde salió disparado a la gloria.

Postlberger, de 25 años, dejó el anonimato para entrar en la historia del Giro. Es el primer austríaco que gana en la carrera rosa, y lo hizo con un salto postrero que le regaló unos metros en medio de la confusión. El austríaco destacó con un triunfo de etapa en el Tour del Porvenir en 2012, cuando se proclamó campeón nacional en ruta, pero no tenía victorias como profesional.

Suficientes, voló a meta, donde incluso se recreó brazos en alto, ante el acoso cercano del australiano Caleb Ewan (Orica) y del alemán André Greipel (Lotto Soudal), los llamados a quitar el precinto de la maglia rosa, esta vez superados por un joven rebelde.

Con un tiempo de 5h13:34, Postlberger será el encargado de salir con la maglia rosa de líder en la segunda jornada en la isla de Cerdeña. "Aún no me lo creo, esto es algo muy grande, inolvidable", decía emocionado el ciclista de Vöcklabruck, un intruso que rompió los pronósticos a las primeras de cambio.

Hoy se disputa la segunda etapa, aún en tierras sardas, entre Olbia y Tortoli, de 208 kilómetros, perfil escarpado con las cotas de Nuoro (3a) y de Genna Silana (2a), lejos de meta.