Tomás Currás vuelve a sonreír. El pasado fin de semana, en el Campeonato Gallego júnior disputado en Santiago, dejó atrás un calvario de 10 meses luchando contra la con la condropatía rotuliana (se le inflama el tendón rotuliano) que le ha tenido alejado de la pistas. Un calvario del que parece que por fin ha salido, y de la mejor manera posible, levantando dos trofeos (individual y dobles). Ayer soplaba las velas de su 17 cumpleaños. No pudo tener mejor regalo.

"¿Qué no hizo para salir de la lesión?", comenta su padre y entrenador Javier Currás. Sesiones de piscina, fisioterapia, consultas en la Clínica Arthros (uno de sus firmas colaboradoras) con sesiones de electricidad, ultrasonidos, en la cinta antigravedad... fueron su día a día en los últimos 10 meses. "Ha sido durísimo. El primer mes más o menos se mantenía bien, pero va pasando el tercero, el cuarto, el quinto...; fue durísimo", dice Javier Currás. Tan mal lo ha pasado que la victoria en Santiago desató toda una marea de emociones. "La vuelta fue muy emocionante, de hecho en Santiago, después de ganar la final estuvo como diez minutos con la toalla cubriéndose la cabeza, llorando", reconoce.

Y es que su rodilla dijo basta en el peor momento posible. "Había acabado el año muy bien porque le había ganado al campeón y al subcampeón gallegos absolutos en un torneo y estaba en el año para dar el salto a lo profesional, para disputar torneos Future y para empezar a sumar los primeros puntos ATP e intentar meterse en los Grand Slam júnior. La lesión le vino en el peor momento", admite su padre.

El primer atisbo de esperanza les llegó hace un mes, "cuando lo vio el doctor Cota, el médico del Celta". "Le dio una vista positiva y le dio un tratamiento nuevo", añade.

En Semana Santa viajó hasta Gijón para probar sensaciones. La rodilla aguantó y decidió asistir al Campeonato Gallego de Santiago. "Salió todo bien y la rodilla no le ha dado molestias", celebra Currás.

Ahora a Tomás Currás le queda mucho trabajo por delante, sobre todo preventivo. "Hay que ir estando alerta y seguir trabajando, trabajar más que los demás para que no vuelva a recaer", añade. Tendrá que mimar su rodilla al máximo para que no se vea truncada su ilusión de convertirse en un tenista profesional.

"Ahora hay que ver hacia adelante, tratar de seguir bien de la lesión, e intentar cumplir con los objetivos. Se retrasaron un año, pero siguen siendo los mismos", añade su padre.

En el campeonato disputado en Santiago Tomás Currás fue "de menos a más". "Al estar tantos meses sin jugar perdió muchos puntos y en la primera ronda ya tuvo que medirse a un cabeza de serie (Iago Salvador). En cuartos ganó a Basanta y en la semifinal, a Juan Burgos. Ya en la final se midió con el cabeza de serie número uno, Simón Arca, al que derrotó por 6-1, 3-6 y 7-5. Además, en dobles ganó el título haciendo pareja con Antón de la Puente, su gran amigo y compañero diario de entrenamientos. Le ganaron en la final a Iago Salvador y Simón Arca.

Tras superar "un bache de unos cuatro o cinco meses en los que estaba feo el panorama", Tomás Currás ha recuperado la ilusión. Su equipo francés (Club Tenis Gien) ya espera noticias de su recuperación para empezar a programar la temporada. También sus sponsors (Prince, Arthros y Porgreso Pilates Estudio, celebran su vuelta mientras Javier Currás sigue buscano apoyos que sustenten el sueño de su hijo. "Hay que intentar buscar apoyo económico porque a estos niveles ya se hace muy duro. Hay muy pocos apoyos salvo un pequeño aporte de la Federación Gallega y no alcanza y así se hace difícil el día a día", explica.