Rafael Nadal, quinto jugador del ránking mundial, ha conquistado el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, por décima vez en su carrera, al derrotar en la final al austríaco Dominic Thiem, por 6-4 y 6-1, en una hora y treinta minutos.

Tras levantar la semana pasada su décimo título en Montecarlo, el balear hizo ayer lo propio en el torneo barcelonés, el segundo que gana esta temporada tras cinco finales disputadas (perdió las de Acapulco, el Abierto de Australia y Miami). Ahora, Nadal intentará repetir esa mágica cifra de títulos en su Grand Slam favorito, Roland Garros, que se disputa también en su superficie fetiche, el polvo de ladrillo.

Pese a que las condiciones favorecían más a un pegador como Thiem que a su juego de efectos -la pista del RCT Barcelona volvió a amanecer pesada en otro día nublado que amenazaba lluvia- Nadal hizo un partido sin fisuras. Y no jugó precisamente ante un don nadie. A sus 23 años, Thiem es el número 9 del ránking mundial, ha ganado ocho títulos ATP y lleva un años instalado en la elite. El sábado fundió al número uno del mundo, el escocés Andy Murray, pero ayer no tuvo opción alguna ante el 'rey de la tierra'.

"No soy nunca de ponerme notas, han sido dos semanas muy positivas. Este es el camino que necesito para aspirar a las máximas cosas, y siempre hay algo para mejorar que creo que se puede hacer algo mejor. Contento por todo, he estado con una mentalidad muy buena, y contento porque el día que necesitaba jugar mejor he jugado mejor", aseguró en rueda de prensa.