La permanencia ya está un poco más cerca. El Frigoríficos del Morrazo salvó el primero de los match ball que tiene en estas cuatro últimas jornadas de competición liguera y se impuso a domicilio a un rival directo como el Villa de Aranda (28-31). Lo hizo de forma brillante, mostrando tanta madurez como criterio y carácter, y se trae para Cangas el premio de abandonar los puestos de descenso después de muchos meses inmerso en ellos. El conjunto gallego depende ahora de sí mismo y por el camino deja a un enemigo muy tocado en lo anímico.

La mejor versión del conjunto morracense fuera de casa llegó en el momento decisivo de la temporada. Poco importó que en Cangas se quedasen Pombo y Serafín, que Rubén no jugase por sus problemas físicos o que Vujovic se lesionase a lo largo del encuentro. Los de Pillo funcionaron a la perfección en un reparto coral de responsabilidades ante el que poco pudieron hacer los discípulos de Álvaro Senovilla. La salida del Frigoríficos fue la escrita en el mejor de los guiones, con máxima concentración y marcando las primeras diferencias en el electrónico (1-4, 2-5). Moisés y Paulo Dacosta brillaban desde el extremo y Cerqueira se fajaba en los seis metros para sacar petróleo en cada una de sus acciones. Hasta en inferioridad los de Pillo estiraban la goma hasta alcanzar su máxima renta (7-13). El Aranda pasó a 5.1 y las dudas comenzaron a generarse en los visitantes. Un parcial de 5-0 (12-13) hizo peligrar todo el trabajo, pero Eloy, sobre la bocina, puso el 12-14.

La reanudación arrancó con una exhibición en porterías, con Ledo y Salazar midiéndose hasta que el cangués ganó la partida. El otro elemento determinante fue la aparición de Nikola Potic. El Cangas se iba (13-17, minuto 36) e incluso en inferioridad incrementaba su ventaja (14-19). El Aranda lo intentaba todo y apretaba el marcador (21-24, minuto 48), pero los visitantes no estaban dispuestos a ceder un ápice (21-26, minuto 52).

Los arandinos apostaban por adelantar líneas con un 4.2 y el choque entraba en los cinco minutos finales con el Cangas con uno menos por la exclusión de Pablo Castro. El Frigoríficos se manejó en el correcalles final para evitar sustos y acabó con las esperanzas de los locales. Los de Cangas dan un golpe encima de la mesa que puede resultar vital en la recta final de la competición.