El Amfiv completó una primera jornada exitosa en la Challenge Cup, con dos victorias y un mínimo desgaste. La escuadra viguesa se jugará el primer puesto del grupo esta mañana en Navia ante los London Titans. Un objetivo importante para facilitarse el cruce de semifinales de la tarde y también para no tener que mudarse a Bouzas.

El conjunto vigués apenas tuvo que esforzarse ante un Devedo muy inferior tanto física como baloncestísticamente. El Amfiv marcó distancias desde el inicio en el juego de cinco contra cinco y tan pronto como aseguró el rebote, pudo gustarse a la carrera. Su superioridad en esta faceta, de hecho, y los problemas del Devedo en el balance conforme avanzaba el encuentro convirtieron el partido en un paseo. Al descanso, el 21-51 reflejaba con precisión la diferencia entre los dos contendientes. El Devedo esgrime la baja de Bo Kramer, quizás su mejor jugadora, que podría haber mejorado un tanto la producción ofensiva de la escuadra.

La rápida resolución del partido permitió a César Iglesias gestionar la rotación con libertad, más pendiente de limitar el gasto de energía que de cuestiones específicas del partido, alineando incluso quintetos de puntuación reducida. Las referencias de esta primera jornada permiten al Amfiv acentuar su optimismo, aunque también con la reserva de no haberse visto obligado a competir en exceso en los dos primeros choques, con apenas oportunidades de jugar en estático.

El Amfiv consintió mayores alegrías al Devedo tras el descanso, con intercambio parejo de canastas. Los holandeses, de hecho, solo perdieron de dos el tercer parcial (39-71). Como suele suceder cuando baja mucho la tensión, surgió de improvisto la chispa entre Manu Lorenzo y Broeze. Agustín Alejos acudió al conflicto para marcarle territorio al holandés. Todo sobraba en un choque resuelto y concluido con 50-85. El Amfiv inicia con fuerza su camino hacia el ansiado título. Le quedan todavía batallas más ásperas.