Toda la familia se congrega en el empuje. El reto que afronta el Amfiv, antes de sustanciarse en la cancha, se dirime en el pensamiento de los jugadores. Es el material que moldea Diego Núñez. Entrenador del equipo en dos etapas diferentes, hoy tutela su preparación mental.

Núñez comandó al Amfiv entre 1996 y 2005, ascendiéndolo de Segunda a División de Honor. Regresó al banquillo en 2007 y vivió la derrota de la final de la Willi Brinkmann de 2008. Al año siguiente dio un volantazo a su vida. En Barcelona completó sus estudios de psicología, cursó un master de inteligencia emocional y profundizó en sus conocimientos de programación neurolingüística. Al volver a Vigo se ligó al deporte, pero ya desde un rol diferente. Durante las últimas temporadas ha ejercido como consejero emocional en varios clubes de la ciudad.

"Diego nos está ayudando en las labores de psicología y coaching", confirma César Iglesias. Han sido varias las sesiones a lo largo de la temporada. Han concertado una esta semana, específicamente dirigida a gestionar ese caudal variopinto que la Challenge Cup genera: estrés, ansiedad, responsabilidad, excesiva confianza... Santi Comesaña, uno de los veteranos, resume ese potaje en apariencia contradictorio: "A alguna gente la veo demasiada confiada. Aseguran que se va a ganar. Otros compañeros, en cambio, dicen: 'Yo, hasta el primer partido..'.". El presidente, José Antonio Beiro, detecta "un exceso de presión que los jugadores se autoimponen". Y a la vez, "al verse tan bien en la liga, sienten que van sobrados. Y no es así. Los jugadores sabrán qué les pasa por la cabeza", resume el mandatario.

A saber qué les pasa por la cabeza, a analizarlo y gestionarlo, se dedicarán Iglesias y Núñez. "No creo que la gente esté convencida de que vamos a ganar. Pero quiere lograrlo", reflexiona el entrenador. "En las sesiones hablamos de que no debemos pensar en la victoria en la competición, sino en ponernos objetivos a corto plazo: qué hacer para ganar el primer partido, que no lleguen a posiciones de tiro cómodas, cómo tenemos que conseguirlo. Debemos concentrarnos en los pequeños objetivos, dirijir nuestra motivación hacia esas pequeñas cosas. Cada pasito hace el camino". Iglesias avisa: "Si te olvidas del cómo, del presente, se te hará muy cuesta arriba en el momento en que la cosa no vaya como quieres. De esto hemos hablado. Somos conscientes. Y esperamos que la gente, llegado el momento, no minusvalore a nadie ni crea que somos superiores por ser la liga española más fuerte. Tenemos que intentar ser nosotros mismos".

La pasión puede desbordársele sobre todo a los jugadores de la casa; los que retienen en su memoria los fracasos anteriores y sienten la necesidad de homenajear al fallecido Pablo Beiro. "He hablado con los foráneos y ellos son los que nos tienen que aportar esa calma y esa tranquilidad emocional en un momento dado", revela César Iglesias. "Abdi tiene mucha tendencia en darnos tranquilidad. Ha jugado infinitas finales, en Juegos Olímpicos con su selección, la de la Copa de Europa el año pasado contra Ilunion... Ha estado en mil batallas. Debemos dejarnos guiar por la gente que tiene esa experiencia. Para eso los hemos traído, para que nos enseñen el camino para ganar".