Cómoda despedida de la temporada para el Val Miñor, que a los quince minutos de juego ya había encarrilado el encuentro.

Fue un partido sin excesiva tensión, ya que el Tropezón había certificado su descenso de categoría, y de hecho se desplazó a Nigrán con tan solo tres recambios, uno de ellos el portero. Los jugadores entrenados por Álex Villar salieron al campo mucho más metidos que los santanderinos, y de esa manera consiguieron adelantarse en el marcador a los siete minutos de juego. El tanto no les valió para bajar la intensidad, y poco después marcaban el segundo. Mediado el periodo llegó el tercero, y en ese momento se acabó el partido con un Tropezón entregado.