"Estoy enganchado a la Vig-Bay", confiesa Fernando Abreu, uno de los pocos atletas que pueden presumir de haber completado las 18 ediciones de la prueba. El corredor de Salvaterra ha adelantado incluso su regreso desde Nueva Zelanda para no perderse la edición de este año.

"He corrido todas las ediciones desde la primera hasta hoy (por ayer)", dice Abreu, que ayer paraba el crono en 2.05. "Aterricé el viernes a mediodía desde Nueva Zelanda. Estuve unos meses en Australia y Nueva Zelanda con una licencia de estudios (para perfeccionar su inglés). Me marché con una licencia de tres meses y adelanté el regreso una semana para no perderme la Vig-Bay", reconoce.

En su estancia en Nueva Zelanda un cúmulo de infortunios condicionó su estado de forma en la cita de ayer. "Me pasó de todo porque no pude entrenar desde febrero tras un accidente de bicicleta. Me atropellaron mientras entrenaba y desde entonces estoy lesionado. Por si eso fuera poco, acabé cogiendo un catarro que se me complicó y desde marzo estuve totalmente parado. Llego con mes y medio sin poder entrenarme nada y lesionado", apunta. Pero eso no ha sido excusa para no estar en la línea de salida ayer.

"Llevo 18 años corriendo esta carrera; ahora me propongo llegar a los 20, pero la verdad es que cada vez me cuesta más. Los últimos tres años estoy llegando de milagro, porque hace tres años me lesioné, el año pasado estaba acatarrado... Llevo tres años llegando atrás y como puedo, pero también está muy bien. Hoy (por ayer) llegué con dos amigas de Salvaterra y vinimos disfrutando del paisaje porque esto es un lujo", dice feliz tras completar la carrera.

Su mejor registro en la Vig-Bay es de hace cuatro años, cuando paró el crono en 1:32: "Somos pocos los que hemos hecho todas las ediciones. Es que es muy difícil llevar 18 años corriendo una carrera. Yo hasta los 10 años no fue consciente de lo difícil que era mantenerte tantos años seguidos corriendo una prueba así, pero me está costando llegar a la edición 20", reconoce.

"Acabar una carrera de 21 kilómetros es para estar más que contento, además ya vamos acumulando años, obviamente. Empecé corriendo con 32 y tengo 50 años. Ya es un reto no fallar cada año", concluye.