La tecnología en el fútbol está de moda. Ha tardado en llegar, pero para bien o para mejor es imparable. Mejorable, sí, pero imparable. Las dudas que hubiera podido dejar en los más escépticos el uso del videoarbitraje en el pasado Mundial de Clubes deben haber quedado despejadas con el ejemplo del Francia-España del martes en París. Se utilizó para lo que se tiene que utilizar: para temas que no dan opción a la discusión, y se hizo con acierto y en un tiempo razonablemente corto. Y no hay nada más objetivo que trazar líneas: el balón entró o no entró, fue o no fue fuera de juego, el derribo fue en el área o fuera de él. Punto pelota. "Seguro que a los aficionados franceses no les gustó, pero si el videoarbitraje puede ayudar al árbitro, mucho mejor". Palabra de Griezmann, autor del gol (bien) anulado a Francia por el videoarbitraje.

Llega el vídeo y llegan los vídeos. Anónimos, como si de una denuncia fiscal se tratara. Venganzas. La FIFA acaba de sancionar a Leo Messi con cuatro partidos por al parecer acordarse de "la concha de tu madre" (el más popular de los insultos argentinos) del cuarto árbitro brasileño en el Argentina-Chile de clasificación para el Mundial de Rusia. Ni el cuarto árbitro ni el tío arbitral hicieron constar insulto alguno en el acta, pero la FIFA actuó de oficio y con una rapidez realmente extraordinaria tras recibir un vídeo anónimo en el que el jugador argentino levanta los brazos mientras se acuerda de la señora madre del cuarto árbitro por la cantidad de patadas que estaba recibiendo de los chilenos. !Cuatro partidos!, el primero de los cuales ya lo disputó la madrugada del pasado miércoles Argentina cayendo 2-0 ante Bolivia sin Messi en el campo. A Argentina le quedan cuatro partidos por disputar y ahora mismo está fuera -es quinta- de la clasificación directa para Rusia. De los cuatro tendrá que jugar tres sin Messi en las eliminatorias sudamericanas, donde se ha hecho del tema cuestión de Estado y está creando más de un incidente diplomático entre países interesados.

En Barcelona, mientras tanto, vinculan la sanción no con lo que pudo haber dicho Messi al cuarto árbitro sino con la ausencia del jugador en la pasada gala de "The Best" en la que la FIFA premió al madridista Cristiano Ronaldo como el mejor de 2016. Cierto o no, si el vídeo durante los partidos gana credibilidad, los vídeos anónimos para rearbitrar no parecen un buen camino a seguir. ¿Está la FIFA dispuesta a rearbitrar acciones, a imponer castigos, a dar o quitar razones a toro pasado? No nos pasemos de puristas. Cualquier defensa que agarra en un córner se arriesga a que el árbitro lo vea y pite penalti, cualquier jugador que lanza un insulto al cuarto árbitro se arriesga a que lo oiga y sea expulsado. Pero si el árbitro no lo ve y el ayudante no lo oye, aquí paz y después gloria. ¿Castigamos insultos y no entradas escalofriantes o penaltis simulados?

Y entre aciertos y desaciertos de los vídeos aparece una vez más Piqué, que en París realizó un partidazo con España como jugador pero que cuando habla lo hace muchas veces ya como presidente in péctore del FC Barcelona. Y dejó otra píldora para la historia al querer vincular a la exabogada del Estado Marta Silva, que fue secretaria entre 2000 y 2006 de la Junta del Real Madrid, en cuyo palco se sentaba a la diestra de Florentino Pérez, con la celeridad de las investigaciones fiscales contra Messi y Neymar y, supuestamente, con el velo que se está corriendo respecto a la situación de Cristiano Ronaldo.

A Piqué no hay mayor desprecio que no hacerle aprecio. Por eso el Madrid ya ha anunciado que ni responderá ni pedirá la adopción de medida alguna. El central del Barça estuvo tan acertado en el campo, salvando incluso un gol batido De Gea, como desacertado en sus comentarios tras el encuentro. Pero así es él. Antes muerto que sencillo.