El Rápido perdió en su visita a Castro, en un partido que se le había puesto de cara al filo del descanso, a pesar de haber hecho poco. En el segundo tiempo cedió el control del juego a su rival, que remontó el partido. Los futbolistas visitantes reclamaron un penalti en el primer tiempo y antes del 1-1 mandaron un balón al larguero.

La primera parte fue desordenada y con escasas ocasiones de gol. Las irregularidades del campo y el viento deslucieron la contienda. La primera aproximación se asoció a la polémica. En el minuto 23 Carlos Pereira fue agarrado en el área, pero el colegiado entendió que el punta había querido engañarlo y lo amonestó tras su caída. La mejor ocasión del primer acto se tradujo en gol cuando corría el minuto 39. Tomás trazó un desmarque por el centro, orientó con la recepción para encarar a Yebra y lo batió en su salida con un disparo que, antes de alojarse en la meta, tocó en el palo. El mayor apuro para el cuadro de Bouzas se produjo un minuto antes del descanso. Los reflejos de Diego se pusieron de manifiesto al meter los puños a un balón que, tras ser golpeado por Xaime desde muy lejos, se colaba cerca del travesaño ayudado por la altura y el viento. El Rápido de vio sorprendido en el segundo período. En el minuto 51, Rucho cabeceó sin oposición un córner botado por Xaime, pero equivocó la dirección del remate. Seis minutos después fue una llegada de Omar hasta el fondo, cuyo centro fue rematado por Javi Pérez desviado. Tras los sustos, pareció que el equipo olívico volvía a asentarse. Aprovechó el parón por la sustitución del árbitro, que no pudo continuar en su función por un problema muscular. Así, en el minuto 65, Jesús Varela disparó alto desde la frontal. Fue un espejismo. Cuatro minutos más tarde, un centro de Omar fue voleado por Iván González a la red. Pablo Carnero dispuso de una falta desde el balcón del área que mandó al larguero a falta de un cuarto de hora para la conclusión. La contestación fue directa. Dos minutos después, Rucho marcó el tanto de la remontada.