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El peor escenario

A la tercera tampoco parece que vaya a ser la vencida. A Fernando Alonso le aguarda otro añito en el infierno; es decir, dentro de un McLaren-Honda que sigue tan lejos de poder optar a la victoria como lo estuvo los dos años anteriores. Podrá mejorar algo o mucho durante la temporada, evidentemente, pero también lo harán sus rivales. Y la realidad, dura, de hoy, es que el único McLaren que terminó el Gran Premio de Australia, el del belga Vandoorme, lo hizo tras ser doblado en dos ocasiones por el Ferrari de Vettel y el Mercedes de Hamilton.

Con Hamilton contaba Alonso, pero que Ferrari vuelva a situarse en lo más alto debe doler en el orgullo del piloto asturiano como un rejón de castigo. Él, retirado, frustrado una vez más, y Vettel, el tipo que le sustituyó en la "scuderia", sonriente en lo más alto del podio. El peor escenario posible se hizo realidad en Melbourne: Ferrari vuelve a presentar su candidatura mientras McLaren sigue en los infiernos.

Al bicampeón ovetense se le acaba el tiempo y la paciencia. Sus declaraciones son cada día más incendiarias, más provocativas contra el trabajo realizado por Honda. McLaren de momento aguanta las puyas del español porque necesita más que nada los millones del motorista japonés. Poderoso caballero.

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