Al Olivo le han echado mal de ojo. El conjunto que entrena Toni Pazó sigue fuera de los puestos de descenso, pero cada vez la cuerda se estrecha más y los rivales se alejan en la pugna por la permanencia.

El Olivo mereció puntuar, pero el deporte tiene estas maldades. O estos aciertos. Paula, portera asturiana, estuvo perfecta en los balones que no pudo blocar, impidiendo toda opción de segundo remate. Y cuando se equivocó y Nati la superó, la zaga evitó el empate. Su "9", además, llegó, vio y marcó. Dos diferencias significativas.

La primera parte fue toda local. Las viguesas acogotaron al rival en su campo, aprovechando una presión asfixiante al balón y viento a favor. Irina tuvo el gol. Un zurdazo seco suyo se fue a centímetros del poste, a la izquierda de una batida guardameta visitante. Después, Nati centraba desde la derecha y Lucía no llegaba en el segundo palo por nada. Las locales ponían empeño y corazón aunque la suerte les era esquiva. Nati, muy activa, sacaba un disparo desde el borde del área que la ágil Paula mandaba a córner. El Olivo rondaba el 1-0 mientras las gijonesas no conseguían ni posicionarse.

Pero una galopada de María frenó en seco a las locales. De repente el partido entró en una fase de miedo, un quiero y no puedo colectivo que duró un cuarto de hora. Hasta que en el 36, una falta directa lanzada con clase por Desi también era salvada con un despeje por la meta sportinguista. El 0-0 se hacía escaso e injusto.

Esa escasez tuvo solución porque en el 44 había gol en Navia -aunque contrario a los intereses locales-, ampliándose la injusticia. Una indecisión en medio del campo se traducía en un balón sin dueño que acababa en María, que desde la izquierda chutaba, Ainhoa paraba pero no atajaba el cuero e Irene, llegando sin marca, anotaba.

En la segunda mitad el partido perdió fuelle. Las verdes intentaban comprometer al once asturiano con algunas acciones por banda y Nati tuvo dos oportunidades. También Anaclerio, tras centro de Inés, rozó el empate con disparo colocado que salió por centímetros.

El 0-2 mató el choque. Una contra, la segunda o tercera de esos minutos de descontrol, era resuelta por Pañu con chut colocado desde fuera al que no llegó Ainhoa.