El Barco salió mejor y pronto se hizo con el control del cuero, poniendo en aprietos a la defensa local que acudía tocada a la cita. Pese a las numerosas ocasiones del conjunto visitante , el meta Cristopher estuvo muy atinado en sus respuestas. Tampoco acertó en su primer disparo el Bergantiños, por medio de un ex del Barco, Rodri Alonso. Fue un aviso al gol que llegó al filo del descanso. Alonso firmó una buena jugada y Nacho remató a gol. Pese al jarro de agua fría, pues este tipo de goles suele suponer un golpe psicológico para el cuadro que lo encaja, el Barco salió con otro aire. Beceiro fue derribado en el área y Cristóbal fue el encargado de transformar la pena máxima.

A partir de ahí unos y otros siguieron gozando de ocasiones, sin embargo la tablas se mantuvieron hasta el desenlace del choque.