Más que nunca A Sangriña debe ser un infierno. Es la hora de la verdad para el Mecalia Guardés que afronta posiblemente el partido más importante de su historia. Las de Prades afrontan el partido de vuelta de los cuartos de final de la Challenger Cup con el objetivo de meterse entre los cuatro mejores del torneo. En el partido de ida la victoria se la llevó el H65 Höörs sueco por 24-21 tras levantar en el segundo tiempo un partido que durante mucho tiempo dominó en el marcador.

Hoy el Mecalia Guardés deberá superar esa renta de tres goles -podrían necesitar uno más en caso de que las suecas superen los 21 goles que consiguieron las gallegas en el encuentro de ida- para conseguir meterse en las semifinales de la Challenger Cup. La tarea no es fácil pero tampoco es imposible ya que en el partido del pasado fin de semana fueron capaces de tener rentas de tres y cuatro goles a su favor y se puso de manifiesto que el cuadro guardés tiene argumentos suficientes para inclinar de su lado la balanza.

La clave estará en mantener un buen ritmo de juego y no venirse abajo en ningún momento. Deben no caer en el juego duro del H65 Höörs HK y hacer la defensa que realizaron en la primera parte del partido disputado el domingo en Suecia.

Ambiente

Por supuesto no estarán solas ya que se espera un lleno total en el infierno de la Sangriña para arropar a las jugadoras en la lucha por conseguir la victoria tan necesaria. Posiblemente el pabellón guardés vivirá una de sus grandes tardes, en las que la entusiasta afición trate de empujarlas hacia el sueño y las arrope en los malos momentos que pueda haber durante el encuentro.

Jose Ignacio Prades espera que los muchos partidos disputados últimamente y la carga de trabajo que llevan sus jugadores hoy no les pase factura. Hoy deberá manejar muy bien el descanso porque en el encuentro de hace una semana las suecas pusieron de manifiesto su resistencia y dureza, algo que se vio cuando voltearon el marcador en los últimos veinte minutos. Ganaba el Mecalia por dos goles y recibieron un parcial de 6-0 que ya no fueron capaces de reconducir. Influyeron muchos factores en ese momento. Por un lado el ajuste defensivo para frenar el daño que le estaban haciendo por el centro las guardesas, el aumento de la agresividad -con la complicidad de la pareja arbitral-, la fuerza de las jugadoras nórdicas y el cansacio de las guardesas. Hoy se espera también un partido duro y complejo.

El entrenador del Mecalia Guardés, José Ignacio Prades, vive estas horas con una mezcla de responsabilidad y optimismo. Cree en las posibilidades que su equipo tiene de levantar la eliminatoria, pero advierte de su evidente dificultad: "Creo que se puede conseguir, pero también digo que va a ser muy complicado. Allí, en Suecia, ellas fallaron mucho y estaban realmente nerviosas. Es muy difícil remontar, pero vamos a dar dar todo lo que se pueda para que podamos pasar la eliminatoria. Sería un sueño para todos".

Tiene claro el entrenador del Guardés que "son un equipo bueno y potente que no estuvieron bien en la primera parte, pero se levantaron en la segunda, apretaron de lo lindo y acabaron por llevarse el partido".

Confía José Ignacio Prades en que el pabellón de A Sangriña ofrezca uno de sus grandes días como suele suceder a diario: "Nunca podremos quejarnos del trato y el apoyo de nuestra gente, nos sentimos muy queridos y seguro que se van a entregar durante todo el partido. Seguro que nos ayudan y a lo mejor su contribución afecta a las jugadoras suecas en algún momento del partido". Prades pide un deseo de cara al choque: "Repetir el primer tiempo de Suecia en el que estuvimos a un nivel casi perfecto. Luego ellas reaccionaron y nos complicaron la vida. Va a ser importante el nivel que ofrezcan".

Blázquez

Prueba de la importancia del encuentro, en A Sangriña estará el presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez, a quien acompañará el presidente de la Federación Gallega, José Luis Pérez Ouro.