El Real Madrid tuvo que emplearse a fondo para superar por 2-3 a un Villarreal que llegó a tener un 2-0 a favor en la segunda parte que no supo conservar, ante un rival que no estuvo brillante pero que fue de menos a más. Tras una primera parte y un comienzo de la segunda con un Villarreal muy superior, el equipo de Zinedine Zidane aumentó su intensidad en la última media hora de juego para llevarse los tres puntos en un partido que le permite seguir líder de la Liga tras haber perdido esa condición durante muchos minutos. Un penalti muy protestado por los locales fue decisivo para que el Real Madrid empatase y neutralizase la ventaja del equipo local, que finalmente cedió ante el empuje madridista con un tercer gol, obra de Morata.

Después de unos primeros minutos de dominio del Real Madrid, que contó con el once titular con el que ganó su undécima Copa de Europa, el partido se equilibró conforme avanzaba la primera mitad e incluso fue el Villarreal el que, por momentos, se hizo con los mandos del juego. En esta tendencia tuvieron mucho que ver Bruno Soriano y, sobre todo, Samu Castillejo, que trajo en jaque al conjunto madridista, incapaz de controlar las acciones del media punta del conjunto castellonense.

El segundo tiempo se inició con la misma intensidad. Una brillante jugada del ataque local protagonizada por Samu Castillejo fue culminada por Trigueros a los cinco minutos de reanudarse el partido con un zapatazo ante el que nada pudo hacer Keylor Navas.

El Madrid estaba tocado y el Villarreal empezaba a aprovechar las ocasiones que había desaprovechado en el primer tiempo. Así, un gran pase de Bruno Soriano -el mejor de su equipo junto a Castillejo- a Bakambu fue resuelto por éste con una gran definición ante Keylor Navas para poner el 2-0 en el marcador a los 56 minutos de juego.

Un balón al palo de Cristiano Ronaldo en el minuto 60 fue el preludio del gol de Garteh Bale para acortar distancias en el marcador al aprovechar un buen pase al área de Carvajal.

Sin llegar a mejorar en su juego, dos acelerones en su juego le bastaron al equipo de Zinedine Zidane para meterse de nuevo en el partido. El Real Madrid aumentó su intensidad a la par que al Villarreal le fallaban las fuerzas. Las llegadas al área local se sucedían y en una de ellas el árbitro señaló penalti por mano de Bruno muy protestadas por los jugadores y la grada local. Cristiano llevó las tablas al marcador.

El conjunto madridista se hizo con el mando del partido y se fue arriba, en parte tras la entrada en el segundo tiempo de un Isco que revolucionó el juego de su equipo y que desarboló con sus acciones a la defensa castellonense.

Los de Zidane culminaron su remontada con un gol de cabeza de Álvaro Morata, que había sustituido a un errático Benzema. Isco robó el balón, que le llegó a Marcelo en la banda izquierda y su centro lo mandó a la red el atacante madridista.