Atlético de Madrid y Barcelona se reencuentran hoy en el Vicente Calderón en un duelo crucial, un partido por algo más que tres puntos con tanta tensión como presión para ambos, en momentos contrapuestos y enfrentados por una victoria indispensable para creer y competir por la Liga.

Segundo contra cuarto, con seis puntos de diferencia entre los dos, a favor del conjunto azulgrana, a falta de quince jornadas para el cierre del campeonato, y un choque decisivo, el cuarto ya de este curso entre los dos, con dos empates, los dos a uno en el Camp Nou, y un triunfo del Barcelona, 1-2 en el Calderón en la Copa del Rey.

Hoy no hay margen de error para ninguno. No lo permite el desarrollo del campeonato, tampoco las dudas que ofrece el Barcelona ni la distancia a la que está el Atlético del liderato del Real Madrid, a siete puntos; del segundo puesto del propio club azulgrana, a seis; y de la tercera plaza del Sevilla, a cuatro. Ni siquiera los números de 2017 en la Liga, que sitúan a Atlético y Barcelona como los dos bloques más productivos de este año, ambos con 17 puntos en siete jornadas ofrecen un respiro a los dos equipos, cuya ambición esta temporada no admite más concesiones. La Liga está aún en juego.

Simeone ya tiene su once prácticamente definido. No ha dado pistas en los entrenamientos de quién será el portero, si volverá ya el esloveno Jan Oblak o seguirá Miguel Ángel Moyá. Pero en el resto de posiciones no se prevén apenas cambios, quizá solo el regreso del uruguayo Diego Godín, con el alta de su lesión muscular, por su compatriota José María Giménez o por el montenegrino Stefan Savic.

Enfrente, el Barcelona intentará dar el golpe en el Calderón y reengancharse a la Liga, que vuelve a tener a tiro después de la derrota del Real Madrid en Mestalla.

El conjunto azulgrana necesita una victoria convincente, ante un rival de entidad como el Atlético de Madrid, para recuperar la confianza que perdió en el Parque de los Príncipes hace once días.

En París, el Barça cayó goleado (4-0) ante el PSG en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, en un partido para olvidar.

Y el naufragio en la Champions tuvo su continuidad cinco días después, cuando cuajó otra actuación de lo más discreta ante el Leganés, al que solo pudo derrotar de penalti y en el último minuto (2-1) en el Camp Nou.