El Celta buscará esta noche en Ucrania (21.05 horas, Bein Sports) una victoria que le clasifique para los octavos de final de la UEFA Europa League por quinta vez en su historia. No le vale otro resultado al equipo gallego ante un Shakhtar Donetsk que le superó la semana pasada en Balaídos con un tanto del argentino Blanco Leschuk.

A pesar de ese resultado adverso, los célticos mantienen intacto el optimismo y la ilusión por superar esta complicada prueba. Se basan para ello en que han ganado a domicilio a rivales de mayor entidad que el vigente líder de la liga ucraniana.

Es más, los de Berizzo eliminaron el pasado enero al Real Madrid de la Copa del Rey tras superarle en el Bernabéu (1-2). Y si los jugadores recurren a esa gran victoria para creer en la remontada, el celtismo apela en estos momentos a repetir la hazaña de 1998. Ese año, el Celta participaba por segunda vez en una competición continental. Cayó por 0-1 en Balaídos ante el Aston Villa, entonces líder de la liga inglesa. En Villa Park saltó la sorpresa y el Celta superó la ronda tras ganar por 1-3.

El Celta actual carece posiblemente de un once con tanta calidad técnica como el que reunía a futbolistas como Mostovoi y Karpin, entre otros. Pero nadie le niega a los de Berizzo su capacidad de ganar en cualquier estadio, como ha protagonizado en los últimos tiempos en el Camp Nou, en el Bernabéu, en el Calderón o en el Sánchez Pizjuán.

Hoy le espera a los célticos el OSK Metalist, situado en la ciudad de Járkov -a unos 350 kilómetros al norte de Donetsk-, residencia provisional del Shakhtar después de que su estadio fuese bombardeado durante los primeros días del conflicto bélico que sufre parte del país.

Berizzo se ha llevado a toda la plantilla, incluido al serbio Nemanja Radoja, que tendrá que ver el partido desde la grada porque está sancionado tras cumplir el ciclo de tarjetas amarillas. Es la única baja celeste en esta ocasión, pues Mallo y Guidetti se recuperaron a tiempo de sus respectivas lesiones.

Cubrir la ausencia de Radoja es una de las incógnitas que Berizzo despejará poco antes del comienzo del partido. Tampoco es segura la presencia de Sergio Álvarez bajo palos, pues Rubén Blanco se ha recuperado de su lesión y ejerce como titular ahora mismo. No se esperan sorpresas en el cuarteto defensivo. Mallo, Cabral, Roncaglia y Jonny son en los que más confía ahora el técnico argentino.

Marcelo Díaz se perfila como pivote defensivo, en una línea media en la que le acompañará Hernández y posiblemente Wass. Cuenta con opciones también Jozabed Sánchez. Si jugasen los cuatro, Wass se escoraría a la banda derecha. Pero como el Celta necesita gol, es muy probable que Berizzo apueste por tres atacantes con remate. En ese caso, la banda derecha la ocuparía Aspas; la izquierda, Pione Sisto; y el centro, Guidetti. Tampoco se descarta a Bongonda.

El técnico portugués Paulo Fonseca, por su parte, recupera al mediocentro Stepanenko, ausente en Balaídos por sanción. El resto del once no sufrirá muchas variaciones con respecto al que jugó en Vigo la semana pasada. Ese día, el argentino Blanco Leschuk celebraba con un gol su debut en partido oficial con el Shakhtar, que hasta el próximo domingo no reanudará la liga ucraniana, suspendida dos meses por los rigores del invierno en el este europeo.

El equipo de Donetsk se mantiene invicto tanto en su campeonato como en Europa, donde encadena siete triunfos, incluido el que obtuvo en tierras gallegas, donde Fonseca apostó por el portero Pyatov; una defensa de cuatro formada por los laterales Srna e Ismaily y Ordets y Rakitskiy en el centro; en el doble pivote se situarán Fred y Stepanenko; con Marlos, Dentinho y Taison por delante, para situar a Blanco Leschuk como única referencia en ataque.

Ser efectivos en la presión y evitar las contras son las principales preocupaciones del Celta en un partido en el que necesita al menos dos goles para seguir vivo en Europa.