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baloncesto en silla de ruedas - copa del rey

Dos amigos contra el muro

El británico musulmán Abdi Jama y el mexicano Zabala sueñan con darle al Amfiv el primer título de su historia

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Dos amigos contra el muro

Amor fraternal contra el signo de la historia, en tiempos de Trump. Salvador "Chava" Zabala, blanco, mexicano, de cultura católica; Abdi Jama, inglés, negro, musulmán. Se conocieron y amistaron en Badajoz. El Amfiv ha vuelto a reunirlos en Vigo. Ambos son piezas esenciales en una escuadra viguesa que llega embalada a la Copa del Rey de baloncesto en silla de ruedas, tras seis victorias consecutivas en la Liga. En cuartos aguarda Badajoz, un rival asequible. El título, que sería el primero en la historia del club, les exigiría con toda probabilidad derrotar después al Amiab Albacete y al Ilunion; dos escuadras confeccionadas para dominar en España y en Europa. Jama, sin embargo, no cree que existan muros insalvables, ni dentro ni fuera de la cancha: "Cualquier cosa es posible".

Tras coincidir en Badajoz durante la temporada 2014-2015, Chava y Abdi separaron sus caminos. El mexicano, pentacampeón panamericano con su selección, máximo anotador de la liga española, firmó por el Amfiv. "Me vine porque Pablo Beiro quería ficharme desde hace años. Pero los contratos me lo impedían. Hace dos temporadas, cuando el Amfiv habló conmigo en una Copa del Rey, dije que sí. Todavía vivía Pablo. Desafortunadamente falleció poco después. Y ahora con más gusto queremos darle una alegría a él, a su memoria, trayéndonos una medalla de la Copa del Rey. Y a ver si podemos proclamarnos campeones de la Challenge Cup -que el club organizará en abril-. Sería un estímulo para su familia", explica.

Abdi Jama, tetracampeón europeo con Inglaterra, oro olímpico en Londrés 2012 y bronce en Río 2016, también abandonó Badajoz pero por el Cantú italiano. Fue el pasado verano cuando el Amfiv pudo captarlo. "La presencia de Salvador en el equipo fue importante en cierto modo a la hora de decidirme. Pero también la ciudad. La familia es lo más importante para mí. Me gustó Vigo. Uno de mis objetivos aquí es ayudar a que el club logre objetivos importantes esta temporada y ojalá que en el futuro próximo. No quería ir a un equipo que ya hubiese ganado antes. Es un reto para mí, para el club. Pero por supuesto tener aquí un amigo que ya conocía todo me lo ha hecho más fácil. Ahora ya tengo más amigos, Shelley, Lorenzo, todos. Me siento en casa".

Ambos sufrieron de niños los accidentes que truncaron sus cuerpos y los dirigieron hacia el baloncesto en silla. Chava, de 44 años, sufrió la amputación de su pierna izquierda a raíz de un accidente de tráfico; Abdi, de 34, se lesionó la médula al caer desde el alféizar de una ventana. Sin saberlo, ahí comenzaba el sendero laberíntico que había de reunirlos. "Es una de las cosas maravillosas que tiene el baloncesto. Encuentras amistad donde nunca lo habrías esperado. Salvador es un gran tipo, una auténtica leyenda del baloncesto. Tenemos una relación muy especial".

El mexicano le devuelve los piropos: "Abdi es el mejor clase 1 del mundo. Tener el gusto de jugar de nuevo con él es un grado. Es como si lleváramos muchos más años juntos. Nos entendemos perfectamente dentro de la cancha, complementando al equipo. Estamos haciendo una excelente temporada y vamos a pelear por estar entre los cuatro mejores de la liga española".

Ambos son de países directamente involucrados en los revuelos de la actualidad. Abdi, con ese Brexit que tiene una vertiente xenófoba; Chava, por su México al que el nuevo presidente de Estados Unidos desea cargar la factura del muro que imagina en la frontera. "El mundo está un poco complicado en estos momentos, pero siempre puedes encontrar bondad", reflexiona el británico. "Hay cosas más allá de la política. El deporte es increíble. Te aproxima a la gente. No se trata solo de disputar partidos dentro de la cancha. Salvador y yo nos movemos juntos fuera, nos relajamos, hablamos. El baloncesto me ha dado muchos amigos a lo largo de todo el mundo, en Australia, Asia, Italia o América...".

La buena conexión entre ambos se traslada al resto de la plantilla. "Realmente tenemos buena química", valora Abdi. "Cada uno pelea por el que tiene al lado. No importa quién anota, no importa quién tiene el balón en sus manos. Todos formamos parte de un bloque y nos sentimos felices cuando el otro encesta. Es la confección adecuada de un equipo. Nuestro principal objetivo es el juego común y la victoria. Casi todos hemos jugado al más alto nivel internacional, incluso ahora Manu con la selección sub 23. Así que todos tenemos la experiencia suficiente para asumir sacrificios por el compañero. Lo mejor de este equipo es que no tenemos demasiado ego. Jugamos y permanecemos juntos ganemos o perdamos, sin importar qué suceda. Y eso se está traduciendo hasta ahora en los resultados".

"Somos como el Leicester"

La creación de una identidad común ha sido fruto de un trabajo paciente. "Hemos progresado desde el inicio de temporada. Somos un equipo pequeño, solo tenemos nueve jugadores, pero jugamos juntos y esa unidad nos hace diferentes a cualquier otro equipo en la Liga", sostiene el inglés. "Por eso hemos sorprendido a un montón de rivales. Ha sido una construcción lenta que ha cuajado después del descanso navideño. Pero tenemos todavía un largo camino por recorrer. Solo estamos a la mitad. La Copa del Rey va a ser crucial. Queremos llegar lo más lejos posible. Será difícil, pero intentaremos ofrecer lo mejor que poseemos".

El primer obstáculo que les aguarda en Oviedo, en cuartos, es precisamente el equipo que primero los reunió en España, el Extremadura. Abdi no cree que la emoción les domine. "Los dos tenemos mucha experiencia. Llevamos muchos años en el baloncesto y nos hemos enfrentado a muchos exequipos. Por supuesto tenemos allí amigos. Pero es otro partido más. Nuestro objetivo es clasificarnos para semifinales. Será difícil ganar ese título. Pero cualquier cosa es posible. Nadie esperaba que pudiésemos ganar aquí al Albacete en liga. Nadie esperaba que pudiésemos estar entre los tres mejores de la competición. Somos como el Leicester City en el fútbol -el sorprendente campeón de la Premier-. Habrá momentos duros y momentos mejores. En la medida en que permanezcamos juntos, cabalgaremos sobre la ola, como decimos en Inglaterra". Chava detalla: "En las diecisiete temporadas que llevo en España solo he faltado a dos Copas del Rey. El nivel es diferente cada año, cada vez más fuerte. Me gusta asumir esta responsabilidad de pegarle a los equipos grandes".

La directiva, a la hora de gestionar su austero presupuesto, apostó por una plantilla de calidad, pero escasa de efectivos. La Copa, en el mejor de los casos, implica disputar dos partidos el sábado y otro el domingo de mañana. Abdi asegura que el fuelle les alcanza: "Estamos en una buena condición. En la Challenge Cup van a ser cinco partidos en tres días. Tres partidos no sería algo tan difícil. En la medida en que demos nuestro mejor nivel, veremos qué lejos llegamos. Tengo esperanza".

El Chava analiza la razón de la resistencia física del Amfiv: "La diferencia aquí es que todo el mundo contribuye. Aunque seamos una plantilla muy corta, cada uno pone su granito de arena para sacar adelante los triunfos". De hecho, no cree que deban sufrir desfallecimientos en lo que resta de campaña:"Son tantos años que llevamos en esto que sabemos qué es la responsabilidad de meses. Nos preparamos. Cada día hacemos físico, no paramos. Ese es el parámetro que te da para llegar lejos. Esperamos no tener lesiones. Al no tener un fisio, la carga es mucha. Confíamos en lo que nos ha inculcado el entrenador, César, de mentalidad colectiva. Antes, cuando yo jugaba contra el Amfiv, había un jugador determinante que era Lorenzo Envó. Aquí ya no hay un Lorenzo, sino un Lorenzo, un Abdi, un Agustín, un Julio, un Berni, un Chava? Hay un equipo completo. Eso va a marcar la diferencia".

En sus vidas se retrata que lo imposible no existe. A esa sensación se aferran: "La realidad es que sabemos que Albacete e Ilunion están muy bien equipados de jugadores. Pero nosotros tenemos la garra y el corazón de poderles ganar. ¿Por qué no dar ese salto de calidad ganándole a los mejores de la liga española?". El interrogante quedan balbuciendo.

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