El Rápido de Bouzas consiguió reaccionar a tiempo y darle la vuelta a un partido que tenía muy cuesta arriba al descanso. Tres puntos que le valen a los aurinegros para seguir en lo más alto de la clasificación, con dos puntos de ventaja sobre el segundo clasificado.

El choque de ayer tuvo dos partes muy diferentes. En los primeros cuarenta y cinco minutos se vio un mal partido. Ninguno de los dos equipos estaba cómodo sobre el terreno de juego, golpeando el balón en un sin sentido que en nada beneficiaba el juego. Lógicamente el partido se resintió, ya que casi no hubo llegadas al área, y los aficionados que acudieron al campo no lo pasaban bien.

Sin embargo, fue el Barbadás quien se llevó el premio en este concurso de despropósitos, al aprovechar Rodrigo un descuido para adelantar a su equipo en el marcador.

Sin lugar a dudas lo mejor que le pudo pasar al Rápido fue la llegada del tiempo de descanso. Patxi Salinas recompuso el equipo con la entrada de Nico y Rocha. El equipo lo agradeció. El centro del campo recuperó la alegría, lanzando al equipo en ataque buscando un gol que igualara el encuentro. La presencia de los jugadores auriengros en el área ourensana era cada vez mayor. Yago Pérez y Carlos Pereira estrellaban el balón en el travesaño, y el Rápido acumulaba, uno tras otro, saques de esquina, pero el gol no daba llegado.

El cuadro ourensano había replegado líneas y esperaba una contra para matar el partido, y a punto estuvo de conseguirlo, pero esa oportunidad no fue suficiente para que se estiraran.

El Rápido no cesó en su presión, y a diez minutos para la conclusión del encuentro llegaba el tanto de la igualada por mediación de Pablo Carnero. El tanto le dio alas a los boucenses, que continuaron presionando a los ourensanos, que ocho minutos más tarde encajaban el segundo tanto al marcar Diego Rocha el tanto de la victoria.