Algunos aficionados manifestaron ayer su malestar por las multas que la policía municipal puso a varios vehículos que estaban mal estacionados en los alrededores del estadio de Balaídos antes y durante el partido contra Osasuna. No es la primera vez que se produce esta actuación en días de encuentro en los últimos meses. En otras épocas la policía había actuado con mayor indulgencia en ciertas zonas que los seguidores célticos, ante la escasez de plazas en la zona, habían empleado hasta ahora por costumbre. La situación vuelve dirigir el foco hacia cómo podrá resolverse el problema del parking en los planes de la reforma, ya que es una de las principales carencias que siempre han denunciado los usuarios de Balaídos.