Óscar Bruzón (Vigo, 1977) acaba de regresar de China, un país que quiere mejorar sus conocimientos futbolísticos. A través de un acuerdo con la Laliga, que organiza las competiciones de la Primera y la Segunda División, estuvo diez días con otros diez técnicos españoles realizando un trabajo de campo en las instalaciones que utiliza de forma habitual la selección de ese país. Trece campos de fútbol para aplicar los sistemas de entrenamiento que se utilizan de forma mayoritaria en España. También formaron técnicos. Volverá en las próximas semanas. Por delante, también tiene otros desafíos importantes.
A Óscar Bruzón le apasiona el fútbol y todo lo que le rodea. Se expresa con la mirada, con gestos y con palabras que definen su carácter inquieto. Se formó en la cantera del Celta. Llegó hasta el filial. Después estuvo en la Unión Deportiva Las Palmas y en el Pontevedra. Y fue en la capital de la provincia donde le diagnosticaron una lesión lumbar que le obligó a la retirada. Se puso a trabajar, pero el fútbol no le abandonó. Con 30 años entró de nuevo en el club vigués como técnico.
Pero le llegó la oportunidad de estar cinco años en la India. Allí compartió numerosas experiencias, tanto en la Iligue como en la Superligue. En la máxima categoría ejerció de segundo entrenador con Nicolás Anelka. La experiencia resultó "increíble", según su propia definición. Le llamó después Fernando Vázquez y se fue a Mallorca para ejercer de segundo técnico. Fueron cesados el pasado mes de diciembre.
El gallego Hugo Blanco, coordinador de los proyectos deportivos de Laliga, y Juan Florit, que se encarga del contenido y desarrollo de los mismos, se fijaron en su currículum para que se hiciera cargo de una de las iniciativas que se realizó en la India. Valoraron su actitud, pero también su gran preparación, su pasado como jugador y también el alto nivel de inglés. El vigués explica que "me costó algo de trabajo asimilar que me tenía que marchar otra vez. Pero lo hice consciente de que era una gran oportunidad. Y resultó muy satisfactorio", asegura el vigués.
En China se encontró con unas instalaciones "espectaculares" y donde se podía desarrollar un trabajo novedoso para ello. Desvela que "los chinos están acostumbrados a otro ritmo. Todo lo hacen de forma muy mecanizada. Es como una escuela de repeticiones, un sistema que aplican en muchos deportes pero no sirve para el fútbol". Un detalle le llamó la atención. Afirma que "quieren aprender. Eso se nota. Están atentos a todos".
Óscar Bruzón llevó en su maleta sistemas de entrenamientos técnicos, tácticos, física e incluso psicológicos. También les habló de cómo ejercer liderazgo, la toma de decisiones e incluso de los hábitos fuera de los campos de fútbol. "Para ellos supone un gran esfuerzo. Es como si afrontaran un cambio en los métodos y costumbres que conocen hasta ahora. Entiendo que no es fácil, pero lo asumen. Tienen la inquietud por mejorar", afirma.
Se encargó de la preparación de jugadores de la cantera, pero también les hablaron a los entrenadores, ansiosos por aprender nuevas fórmulas de trabajo. Óscar Bruzón insiste en que "también tienen el desafío de exportar los métodos que usamos en España. Y puedo decir muy alto que uno de los mejores es que se utiliza hoy en día en la cantera del Celta". El trabajo que se desarrolla en A Madroa ha sido premiado y reconocido por numerosos organismos e instituciones. Sin embargo, al técnico vigués le llamó la atención otro detalle: "El conocimiento a nivel internacional que se tiene de la cantera del Celta es muy grande. Está a la altura de los clubes más importantes. Como vigués me siento orgulloso de ello".
Al llegar a este punto, Óscar Bruzón parece emocionarse. Señala a Carlos Mouriño, presidente del Celta, y a Carlos Hugo Bayón, el responsable de la cantera del club vigués, como partes "vitales" del proyecto céltico en este aspecto. "Puedo decir que han comprendido perfectamente que la cantera es un trabajo especial y han sabido enfocarlo. Que el esfuerzo del club se vea recompensado con el conocimiento que de ello tienen en otros países no es nada sencillo. Pero además, sacan buenos jugadores y ven el talento de sus futbolistas".
Seguir al lado de Fernando Vázquez si se presenta una oportunidad, volver a China en las próximas semanas e incluso afrontar un proyecto en Nigeria bajo el auspicio de la Laliga forman parte de los planes de un vigués inquieto y que respira fútbol por los cuatro costados. Este 'emigrante futbolístico' tiene la maleta siempre preparada, pero en su cabeza la palabra "morriña" parece atenazarle de vez en cuando.
