| El presidente del Celta, Carlos Mouriño, visitó ayer por la mañana las instalaciones de A Madroa para seguir la sesión de trabajo del equipo y desearles suerte tanto a los jugadores como al cuerpo técnico de cara al encuentro de esta tarde les enfrenta en Balaídos al Shakhtar Donestk y que supone el reencuentro del Celta con la competición europea. El dirigente estuvo acompañado por su hijo Carlos durante la visita a las instalaciones. Hoy se espera que acuda a la recepción oficial que se hará en el Pazo de Castrelos al equipo ucraniano y en el que el Concello de Vigo ejercerá como anfitrión.