El Celta cumplió el objetivo y no falló en un importante derbi vigués, que le valió para alcanzar al Sporting de Gijón en la clasificación. La peor parte se la llevó el Areosa, que se queda a las puertas de los puestos de descenso, concediéndole más importante al encuentro del próximo sábado en A Xunqueira ante el Pabellón.

El marcador final pudiera dar pie a pensar en una cómoda victoria del equipo entrenado por David de Dios, pero la realidad fue diferente. El Areosa fue un rival incómodo que no se vino abajo tras encajar el primer gol a los diez minutos de juego. Los de Joao continuaron presionando en el centro del campo, impidiendo que los jugadores del Celta movieran el balón con comodidad, aunque la verdad es que tampoco estuvieron afortunados de cara al gol.

Tras el paso por el vestuario fue el Areosa quien salió mejor. Dispusieron de su mejor oportunidad con un disparo de Javi Ben tras recibir un pase de Caramés. David de Dios no tardó demasiado tiempo en mover el banquillo. La entrada de Jose Sobrido le dio más alegría al juego céltico que, a pesar de todo, no conseguía marcar un segundo tanto que sentenciara definitivamente el encuentro.

El Areosa fue perdiendo fuerza y de esa circunstancia se aprovechó el cuadro céltico, que volvió a tener mucha más presencia en el área del Areosa. La sentencia llegó a seis minutos para el final, cuando Jose Sobrido marcó el segundo.

Al Celta le faltan siete partidos. Visitará al Val Miñor, el próximo fin de semana, Pabellón y Racing; recibiendo en A Madroa al Marina Sport, Santiago, Bansander y en la última jugada al Lugo.