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El Celta se desploma en otro final despiadado

El Atlético remonta un encuentro que los celestes parecían tener controlado pero en el que gestionaron mal los últimos minutos

Iago Aspas felicita a Gustavo Cabral por su gol en presencia de Guidetti y Pablo Hernández durante el partido de Liga disputado anoche en el Vicente Calderón. // LOF

El fútbol parece haberse empecinado en mostrar al Celta su lado más desalmado. La resaca de la oportunidad perdida en Mendizorroza se acentuó anoche con otra derrota despiadada, esta vez en el esquivo Vicente Calderón, frente al otro perdedor de la semifinal de la Copa. Cayó el grupo de Berizzo en el Manzanares del modo más cruel que pueda imaginarse, después de plantar cara al Atlético de Madrid en un duelo eléctrico, preñado de alternativas, que los celestes ganaban a trece minutos del final tras ponerse dos veces por delante y que los de Simeone solventaron con dos goles en dos minutos con el Celta atrincherado.

Otro desdichado desenlace, esta vez en un partido sin dueño, cargado de electricidad y ritmo, que los celestes afrontaron a pecho descubierto en un desbocado intercambio de golpes del que se llevaron la peor parte cuando mejor pintaban las cosas. Un final tan cruel como inmerecido, pero que en cierto modo confirma los problemas que el equipo vigués está teniendo para cerrar algunos partidos.

La crueldad de la derrota y los problemas para administrar la ventaja en el tramo final del choque no restan, sin embargo, valor al juego desplegado por el Celta en un momento anímicamente muy complicado y en un duelo que deja, a pesar del frenazo que sufren las aspiraciones europeas, buenas noticias en cuanto al nivel de respuesta ofrecido por el equipo, la fortaleza mostrada el grupo en tan complicado escenario, y el paso adelante de algunos habituales del banquillo ante un gran adversario.

cambios en ataque

Tres cambios introdujo Berizzo con respecto al once de gala desplegado por el preparador argentino en la semifinal de Mendizorroza: Jozabed suplió a Marcelo Díaz para situarse como enganche; Guidetti relevó a Wass desplazando a Aspas a la banda derecha; y Pione reemplazó a Bongonda en el flanco izquierdo del ataque. Los tres dieron un claro paso al frente.

El extremo danés reinó durante el primer tiempo y fue el principal quebradero de cabeza de la zaga rojiblanca -Juanfran aún lo debe estar buscando-, que no tuvo más remedio que enfundarse el mono de faena y multiplicarse a las ayudas para frenar al desequilibrante atacante céltico.

Sisto mostró un alto grado de complicidad con Jozabed, un tipo que asoma la cabeza cada vez que Berizzo le concede una oportunidad. El sevillano estrelló un balón en la cepa del poste, pero sobre todo ofreció un interesante repertorio de juego el primer toque que dio fluidez al ataque. Se entendió muy bien con Sisto pero también con John Guidetti. Jugando de espaldas a la portería, el autor del segundo gol del Celta dio filo al Celta combinando con velocidad de primera en una parte en la que Aspas entró muy poco en juego. El moañés no apareció, de hecho, hasta la jugada del tanto del sueco, justo antes de que Berizzo lo retirase del campo.

cabral se suma al gol

La escasa aportación de Aspas, que no tuvo su mejor noche, no restó capacidad goleadora al Celta, que estrelló un balón en la madera y generó no pocos problemas (sobre todo en el primera tiempo pero también en algunos momentos del segundo)) a la defensa colchonera. El primer gol lo hizo muy pronto, en el minuto 4, Gustavo Cabral, a la salida de un córner, tras un error de Moyá, que despejó el balón a la cabeza del central céltico; el segundo lo firmó cerca del final Guidetti, culminando una hermosa combinación entre Aspas, que apareció de la nada para armar la jugada, y Wass, que acababa de suplir a Jozabed, y asistió al sueco con un pase mortal de necesidad.

Con el gol de Cabral, diecinueve de los veintitrés jugadores de campo del Celta ya han marcado esta temporada. Faltan por hacerlo Planas, Jozabed, Señé y Beauvue.

el "gato" reabre el debate

A Sergio Álvarez le apodan el Gato de Catoira por sus reflejos de felino, pero perfectamente podrían hacerlo por las muchas vidas que tiene en la portería. Cada vez que pierde el puesto en favor de Rubén Blanco, el mosense se lesiona y el catoirano aprovecha la oportunidad para reivindicarse a ojos del entrenador. Después de sus buenas actuaciones en las semanas en que Rubén ha estado ausente, hay quien piensa que Berizzo debería replantearse la titularidad de la portería. La suplencia del mosense anoche en el Vicente Calderón se debió sin duda a su reciente lesión, pero el debate está de nuevo servido.

un cambio psicológico

La entrada de Marcelo Díaz por Aspas dio al Celta el mensaje equivocado. La intención de Berizzo era gestionar la ventaja con mayor control de balón, pero el equipo malinterpretó el recado y se atrincheró entorno a Sergio. El rival empujó y encontró alas con el golazo de Carrasco. Y en medio del caos, Griezmann, hasta entonces irrelevante, apareció para dictar sentencia.

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