El alcalde de Vigo se siente plenamente legitimado y defiende contra viento y marea la decisión de suspender el partido que el Celta y el Real Madrid debían disputar el pasado domingo en Balaídos. Abel Caballero reiteró ayer que se trataba de una cuestión puramente técnica y de seguridad y lamentó que el Real Madrid "usara mecanismos impropios de un club de fútbol" para intentar presionar y que la Liga de Fútbol Profesional ordenara jugar el encuentro. El temporal de viento y lluvia que ocasionó importantes daños en la cubierta de la grada de Río afectó también al norte de Galicia y obligó a suspender el Deportivo-Betis del viernes. El regidor vigués se preguntó ayer por qué "en A Coruña esa decisión no se cuestiona y en Vigo sí". Entiende que se debe a que aquí "jugaba el Real Madrid y por eso se desataron todas las iras del universo", bromeó ayer en rueda de prensa.

Caballero no está dispuesto a ceder en su discurso y frente a las críticas del entorno del club blanco volvió a esgrimir el informe de los técnicos municipales el mismo día de los destrozos en Balaídos. "Todo lo que se ha explicado sobre la grada es absolutamente cierto. Yo tomé la decisión correcta y el Madrid no estuvo a la altura de las circunstancias", valoró el alcalde, que también tiró de ironía para reprochar la actitud de los blancos: "No sé si están enfadados porque les eliminamos de la Copa", en alusión a la propuesta que realizó el club de Florentino Pérez de enviar a un grupo de técnicos para reparar los daños en medio de la alerta climatológica.

Los únicos que por ahora se han acercado a la zona afectada son los Bomberos que realizan revisiones periódicas para evitar nuevos desprendimientos. El gobierno local confía en que la mejora de las condiciones permita iniciar esta semana los trabajos de reparación para garantizar la seguridad en Río para el partido del jueves 16, día en que el Celta recibe en casa al Shakhtar Donetsk en la Europa League. El Concello se compromete a lograr "completa seguridad" para esa jornada. Algunas de las planchas de la cubierta se desprendieron, una de ellas acabó sobre el césped y hay otras que quedaron con una sujeción "endeble" y es necesario revisarlas todas, apuntaron ayer desde el gobierno local.