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La otra fe del Padre Pollard

Un cura estadounidense, que nunca ha pisado España, se ha convertido en hincha del Celta atraído por la Cruz de Santiago del escudo y dice de la Copa: "No podemos dejar de creer"

El Padre Pollard, con los niños de St. John Academy a los que entrena. // FdV

Pablo es un vigués que hace poco más de un año se mudó desde Shanghai con su mujer y tres hijas por motivos laborales a McLean, una pequeña localidad situada en Virginia del Norte que tiene algo menos de 50.000 habitantes y se encuentra a escasa distancia de Washington. Uno de los primeros vecinos con los que estableció contacto fue con el Padre Pollard, responsable de St John The Beloved, la parroquia próxima a su casa. Un tipo afable y risueño que se interesó por su familia, el trabajo que le tiene desde 2009 dando vueltas por el mundo y su origen. En animada charla llegaron al punto de partida del viaje de Pablo: Vigo. Fue escuchar el nombre de la ciudad y el cura pegó un respingo inmediato y ante la incredulidad de su interlocutor le dijo: "¿De Vigo? Pero si yo soy del Celta". Y la expresión de sorpresa cambió entonces de cara. Resulta que Christopher James Pollard, sacerdote católico, natural de Arlington (Washington), hijo de una alemana, que nunca ha pisado España, milita también en la fe celtista. Una historia sorprendente, que tiene mucho de casualidad, pero que pone de manifiesto que el fútbol y la afición no entiende fronteras. El Padre Pollard, el pequeño de tres hermanos, tiene que agradecerle a sus progenitores el interés por el fútbol. En su casa seguían como podían los partidos de la selección alemana de fútbol y desde muy niño practicaba este deporte. Creció viendo a los equipos que por aquel entonces triunfaban en la Liga Americana. El Washington Diplomats y sobre todo el Cosmos de Nueva York, el equipo en el que militaban Pelé, Beckenbauer, Chinaglia o el vigués Santi Formoso. El flechazo con el Celta llegó bastante tiempo después. Ocurrió tras los cuatro años que pasó en Roma con sus estudios sacerdotales. En Italia, contagiado por el entorno, comenzó a interesarse por el fútbol europeo y la locura por ese deporte se hizo aún más intensa. Primero la curiosidad se dirigió a los grandes equipos de las principales ligas hasta que de repente una pequeña casualidad "le enseñó el camino". "Ya había regresado a Estados Unidos cuando me pidieron que diera una conferencia a varios equipos de las escuelas católicas de la diócesis. Yo estaba muy interesado en el fútbol y tenía un continuo contacto con diferentes entrenadores de la zona. Para romper el hielo con los niños se me ocurrió trabajar un poco en la presentación y buscar una lista de equipos que tuviesen en su escudo algún simbolismo cristiano", explica Christopher Pollard. Y fue entonces cuando se encontró con la Cruz de Santiago. Decidió desde ese mismo instante que aquel tenía que ser su equipo. Y ya no hubo más. Desde ese momento inició su proceso de transformación en celtista que le tiene ahora mismo pendiente del partido que el mañana juegan los de Berizzo contra el Alavés. Explica el Padre Pollard que desde McLean no ha sido sencillo seguir las evoluciones del Celta durante años: "No llegaba mucha información y resultaba complicado poder seguir los partidos. Pero ahora la situación ha cambiado. Gracias a Bein Sports puedo verlos todos siempre que me lo permiten mis obligaciones y disfruto mucho". Sufre con los horarios, por las siete horas de diferencia con España y por la política de la Liga de Fútbol Profesional de no agrupar los partidos. El cura lo compensa con "las aplicaciones y la agenda del móvil que me lo recuerda para que no se me escape ninguno". No es ajeno Pollard al momento que vive el Celta ahora mismo: "Me hizo mucha ilusión derrotar al Real Madrid y avanzar en la Copa. Ya estoy haciendo planes con gente de la parroquia para ver el partido contra el Alavés". El Padre Pollard entrena a un equipo de niños de su escuela parroquial (St. John Academy) y los fines de semana no se pierde los tradicionales partidos con sus amigos. Es ahí donde muestra la camiseta del Celta con su nombre: "La mayoría me pregunta por ella y para mí es un enorme orgullo decirle que es la de mi equipo, el Celta y explicarles su historia". El Padre Pollard nunca ha podido viajar a España y es una de esas cosas que tiene pendientes y se siente en la obligación de hacer en la vida. "Me gustaría poder hacer el Camino de Santiago y también ver un partido del Celta. Todo lo que me cuentan de Galicia es maravilloso y me encantaría poder disfrutarlo en algún momento". El espíritu del Celta de Berizzo ha terminado también por contagiar a este sacerdote que destaca "la evolución que ha tenido el equipo después de haber vivido unos cuantos años malos. Pero ahora es una maravilla verles". Pollard destaca la enorme importancia y el impacto que han tenido las victorias sobre el Real Madrid o el Barcelona, pero destaca del Celta que "su principal grandeza creo que está en su buen juego, pero también en su sacrificio y en su pelea". Es de los que también se apunta al sueño de la Copa: "En la historia se ha demostrado que todo puede llegar y que cualquier cosa es posible. Lo demostró hace un año el Leicester y en Estados Unidos acabamos de ver a los Chicago Cubs ganar las Series Mundiales y llevaban cien años sin hacerlo. Todo es posible y no podemos dejar de creer".

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