El Real Madrid, bajo el liderazgo de Sergio Llull y Jaycee Carroll, ha conseguido su triunfo número 1.550 en la historia de la Liga y lo ha hecho venciendo con plena autoridad y de forma plácida en la pista de un UCAM Murcia que no encontró la forma de pelear con garantías por la victoria en ningún momento.

El encuentro comenzó con un tapón de Anthony Randolph y un triple de Carroll, toda una declaración de intenciones, y los primeros minutos ya marcaron el desarrollo de un choque dominado claramente por el Real Madrid.

A base de lanzamientos triples, los de Pablo Laso fueron abriendo brecha y ya doblaban a su rival en el marcador en el minuto siete (12-25), con 15 de esos 25 puntos conseguidos con tiros de larga distancia.

En el segundo cuarto, que comenzó con 18-28, un parcial de 2-15 terminó de despejar cualquier duda que pudiera existir sobre el equipo que ganaría en el Palacio de los Deportes de Murcia.

Tras el paso por los vestuarios el UCAM Murcia endosó a su rival un parcial de 9-2 que le hizo soñar con una posible remontada, pero Laso paró el encuentro con tiempo muerto y la respuesta de los suyos, con Llull y Carroll como martillos pilones, fue inmediata con un 3-14 que volvía a poner las cosas donde estaban (39-64 en el minuto 27).

El choque estaba más que resuelto con 10 minutos por delante (45-71) y el último periodo fue aprovechado por ambos técnicos para utilizar a sus jugadores menos habituales, por lo que el trámite se saldó con un intercambio de canastas que llevó al Real Madrid a ir ganando por 31 tantos (52-83).

Ante este panorama, la afición local asistió al paso de los minutos sin más interés que el de valorar al joven canterano José Ortega "Chumi" y el de premiar a Rojas, quien se salvó de la quema del UCAM Murcia, con 14 puntos, 12 rebotes y 24 de valoración.

A esa misma valoración también llegaron Llull y Carroll. El de Mahón anotó 19 puntos y el de Wyoming llegó a 21, con tres y cuatro triples, respectivamente, y fueron los líderes del líder.