El Celta Zorka demostró ayer que es capaz de todo. Desde que se le marche un partido cuando lo tenía encarrilado, hace quince días ante el Sant Adriá; hasta recuperar el basketaverage adverso ante un rival directo. Y es que la victoria de ayer del equipo vigués tiene un valor doble, ya que además de doblegar al cuadro lucense, se consiguió recuperar la desventaja que traían del partido de ida.

Cristina Cantero sorprendió con la entrada de Raquel Carrera en el "cinco" inicial en lugar de Cristina Arsenic, y la apuesta le dio resultado. La joven pivot estuvo a un grandísimo nivel, no solo por los seis puntos anotados, sino por su aportación al equipo, con siete rebotes, tres recuperaciones y un tapón, con una valoración final de quince. De hecho, sus cuatro puntos consecutivos al comienzo de tercer cuarto fueron decisivos para cortar la salida de las lucenses tras el paso por el vestuario, que se habían acercado a cinco puntos.

Cecilia Okoye fue otra de las jugadoras con una aportación decisiva, sobre todo en los últimos diez minutos de juego. En el cuarto cuarto el Ensino se había acercado peligrosamente en el marcador a cinco minutos para final. La americana tiró de fuerza y garra para encarar el aro en varias ocasiones y anotar puntos que al final fueron decisivos para el desenlace final.

El tercer pilar de la victoria de ayer no podía ser otro que Ylenia Manzanares. Es de esas jugadoras que todo entrenador quisiera tener en su equipo. Sube el balón, defiende, rebotea, tira a canasta, manda, vamos, que lo hace casi todo, y bien. Ayer 16 puntos, 13 rebotes, 6 asistencias, 5 recuperaciones y una valoración de 35. Sus últimos cuatro puntos fueron claves para ampliar la ventaja en el marcador y recuperar el basketaverage general.

Colectivamente hay que quedarse con los primeros diez minutos del partido de ayer ante las lucenses. Fue un cuarto completo, con una buena defensa individual que bloqueó a las lucenses, que en los primeros ocho minutos solamente había anotado diez puntos. En ataque el equipo le imprimió una intensidad al juego que desarboló al Ensino, que estaba totalmente perdido. Además, las célticas estaban acertadas en el tiro, con lo que la diferencia no tardó en ampliarse.

El Ensino tuvo que echar mano de la defensa en zona para frenar la sangría. Una defensa que siempre se le atraganta a los rivales, pero que ayer el Celta Zorka supo administrar, moviendo el balón con paciencia y buscando siempre cómodas posiciones con rápidos movimientos.

Una victoria que le sirve a las viguesas para adelantar a las lucenses en la clasificación, ampliar la ventaja sobre los puestos de descenso y acercarse un poco más a los cuatro primeros puestos de la clasificación.