El Celta no falló ayer en su visita a Avilés, y sumó una victoria que sirve para meterle presión a un Sporting de Gijón que esta mañana recibe al Racing de Santander.

El equipo entrenado por David de Dios llegó a Avilés muy motivado y conscientes de lo mucho que se jugaban. Es tensión les permitió salir muy centrados y volcarse sobre el área rival, que a los once minutos encajaba el primer tanto de la tarde. Con el marcador a favor, los asturianos trataron de irse arriba buscando sorprender a los célticos, pero estos estuvieron serios y diez minutos más tarde el Celta marcaba el segundo. Recortó diferencias el Avilés pero fue un espejismo, pues al descanso los vigueses habían encarrilado el partido. Gabri, al comienzo de la segunda parte, sentenció el partido.