La selección de Croacia será el rival del conjunto español en los cuartos de final del Mundial de Francia, tras imponerse por 21-19 a Egipto, en un encuentro, que pese al ajustado marcador final, los balcánicos dejaron resuelto al descanso.

Tal y como confirman los seis tantos de ventaja (13-7) con los que los de Zeljko Babic cerraron un primer tiempo, en el que Croacia no tuvo el más mínimo problema para superar por completo tanto en ataque como en defensa al conjunto africano.

Y es que si en defensa la muralla que conforman Jakov Gojun y Zelko Musa en el centro del 6-0 balcánico fue un muro infranqueable para los jugadores egipcios, en ataque Domagoj Duvnjak y Luka Cindric hicieron llegar el balón cómo y cuando quisieron a los pivotes y extremos croatas.

España jugará ante Croacia mañana a las 20.45 horas, en un cruce de cuartos en el que destaca también el enfrentamiento entre Francia y Suecia (19.00). La jornada se completará con los partidos Noruega-Hungría (17.00) y Eslovenia-Catar (20.45).

Croacia será el siguiente escollo de una España que disfrutó ayer de la primera de las dos jornadas de descanso que tiene tras certificar su pase a cuartos el sábado en un sufrido encuentro ante Brasil (27-28). "Estamos contentos por pasar, pero sin dejar de valorar la dificultad de conseguir cada victoria. Sabíamos que sería un partido exigente, aquí todos los rivales son competitivos", explicó el capitán español, Raúl Entrerríos.

Los 'Hispanos' son conscientes de la necesidad de recuperar su mejor versión, la mostrada durante la impoluta primera fase, para avanzar ante los croatas. "Sabemos que podemos mejorar, que el próximo rival va a ser duro. Brasil nos sorprendía, ha pegado un paso adelante en su nivel de balonmano", apuntaba Gedeón Guardiola.

"No tenemos el temor de que el equipo se venga físicamente abajo y aunque me gusta ser cauto, tenemos datos para ser optimistas y confiar en la capacidad de recuperación de los jugadores", asegura el preparados físico de la selección española Jesús Rivilla.

Un perfecto estado que responde a las novedades introducidas tanto en la fase de preparación como durante el transcurso del propio campeonato, con la implantación de cortas pero intensas sesiones de trabajo físico destinadas a mejorar tanto la potencia como la velocidad de los jugadores.

"Nunca olvidamos realizar sesiones, aunque sea en pequeñas dosis, para mantener e incluso mejorar esa potencia y velocidad que hemos logrado en la fase de preparación, porque si no, esa potencia se pierde, y eso es clave, máxime en nuestro equipo que tenemos jugadores muy explosivos, porque si perdemos potencia, perdemos nuestra esencia", explicó.