El Coruxo dio continuidad en Tudela al triunfo por la mínima cosechado en la última jornada en O Vao ante el Osasuna B y pone tierra de por medio con los puestos de descenso. En el que era el comienzo de la era Clarkson en el Tudelano, supo jugar mejor sus bazas el equipo vigués, liderato por el incombustible Javi Camochu, autor de los dos goles de su equipo.

Salvo los primeros cinco minutos de cada periodo, además, el partido fue de claro color verde. La victoria, pues, no llegó por casualidad, sino merced al buen juego de un Coruxo que va a más en las últimas jornadas y conformó las buenas sensaciones en el Ciudad de Tudela.

No se sentó esta vez John Clarkson en el banquillo local -permaneció en la grada junto al presidente de la entidad navarra- a la espera de poder entrenar al equipo en alguna sesión y por eso al Tudelano lo dirigió ayer Íñigo Valencia, quien ya estuvo en la banda en semanas anteriores y a partir de ahora ejercerá el cargo de ayudante del nuevo míster. Sin embargo, los navarros cuajaron, así las cosas, uno de sus peores partidos de la temporada.

Parte de culpa de que así fuera la tuvo el Coruxo, extremadamente ordenado y rendido a los pies de Javi Camochu, autor de los dos goles que allanaron el camino del equipo de los de Rafa Sáez. El punta logró sus dos tantos en apenas diez minutos. El primero, disparando al palo corto de Pagola; el segundo, tras un pase filtrado que el de Boal resolvió driblando al portero y mandando el balón al fondo de las mallas casi sin ángulo.

Ambos goles hicieron despertar al Tudelano de su letargo, pero la reacción del equipo navarro duró lo que una bolsa de chucherías a las puertas de un colegio.

Tras el descanso los locales salieron algo más enchufados, pero lastrados por los dos goles apenas creyeron en la remontada y se dejaron ir con el paso de los minutos.

La entrada al campo de Javi Cabezas revolucionó el juego de los pupilos de Valencia ayer, pero fue un espejismo que desapareció tan pronto el Coruxo echó el cierre atrás y decidió que lo mejor era guardar la ropa.

Apenas se vieron acercamientos a ninguna de las dos áreas en esta segunda parte, ya que una vez que el Tudelano sacó la bandera blanca el Coruxo consideró que no era necesario hurgar en la herida y dio por bueno el 0-2.