| La pequeña ciudad de Chapecó, volvió a vibrar después de la tragedia que en noviembre golpeó al Chapecoense, un equipo que ahora resurge dispuesto a honrar la memoria de los jugadores que fallecieron en el accidente de avión. Las lágrimas bañaron el estadio Arena Condá de Chapecó, donde se reunieron familiares de las víctimas del trágico accidente que quebró los sueños de un modesto club que había llegado de manera inesperada a la final de la Copa Suramericana de fútbol. Jackson Follman, el portero que sobrevivió a la tragedia, en silla de ruedas, se emocionó al entrar de nuevo en el campo que vio crecer a un club que pasó de la serie D a la Primera División en tan solo siete años. Follman y los otros dos jugadores que sobrevivieron al accidente, Hélio Hermito Neto y Alan Ruschel, levantaron la Copa Suramericana, el trofeo continental que buscaban cuando sufrieron el accidente.