El Real Madrid consiguió su cuarta victoria consecutiva en la Euroliga tras imponerse al Zalgiris Kaunas (59-74) , un triunfo a base de oficio y coraje que le permite continuar en la segunda plaza de la fase regular acechando el liderato del CKSA de Moscú. La inteligencia de Ayón fue vital en las situaciones más delicadas, de igual forma que los tres triples consecutivos de Trey Thompkins mediado el último cuarto.

Pese al buen comienzo de los locales, el Madrid contuvo bien el juego interior y apostó por una circulación rápida de balón. El objetivo era conseguir tiros sin oposición, uno de los argumentos que ya les dio la victoria en la capital de España. Doncic, imparable, llevó las riendas del Real Madrid más guerrero para no dejar que el Zalgiris cogiese ventajas de importancia.

Los pupilos de Jasikevicius se apoyaron en Augusto Lima, pero pagaron caro su desacierto desde el perímetro (25% por el casi 40% de los merengues). Sólo Westermann repitió acierto con dos lanzamientos en sus cinco intentos. Ni el arreón de Jankunas, el más inquieto lejos del aro, permitió a los de casa ampliar sus rentas e incomodar al campeón español.

Un 7-0 de parcial entregó la primera ventaja a los lituanos (30-28), pero más anecdótica que relevante pues el equipo de Laso despertó acto seguido para meter el partido en una fase de acordeón. Entre el final del segundo cuarto y el principio del tercero, ninguno de los dos equipos se dispuso a coger el timón y pegar el mordisco definitivo a la manzana.

Quien sí se lo dio fue Trey Thompkins, que dinamitó el duelo con tres triples consecutivos. Amparado por su dulce momento, el americano machacó las esperanzas del Zalgiris y permitió coger aire a un Real Madrid que firmó un parcial de 6-21 en el último cuarto.